11 consejos para reducir basura y sumarse a la moda Residuo Cero
Cada día más personas, más ciudades y más países se suman al concepto Residuos Cero. Se trata de reducir al máximo la cantidad de basura que genera cada uno para contribuir a la conservación del medio ambiente.
Ahí entra en juego la Alianza Internacional del Residuo Cero (ZWIA-Zero Waste International Alliance), que se creó en 2002 para promover alternativas positivas a la opción de vertederos y la incineración de residuos. Además, tiene como objetivo sensibilizar a la comunidad de los beneficios sociales, económicos y ambientales que se pueden obtener cuando se aprovechan los residuos como recursos.
Los impulsores de este sistema aseguran que así se protege el medio ambiente, se reduce el gasto económico en la gestión de las basuras y se generan nuevas oportunidades de negocio y también puestos de trabajo.
Hay que aclarar que el término residuo cero no es del todo correcto, puesto que siempre tendremos, aunque sea reducido, un porcentaje de rechazos sea cual sea el sistema de tratamiento y valorización elegido. La actividad humana no dejará nunca de ser generadora de residuos.
En este terreno, se dan iniciativas voluntarias e individuales, como las que llevan a cabo las hermanas Rut y Nahir, autoras del blog eco, sostenible y saludable www.esturirafi.com, y también otras a nivel global. Existen normativas europea, estatal, autonómica y local marcan objetivos de obligado cumplimiento, objetivos que, como en muchos otras materias, España está lejos de conseguir.
La primera ciudad en aplicar este tipo de legislación fue Canberra, en Australia, en 1995. Italia es otro buen ejemplo en el que se encuentra lo mejor y lo peor. En Nápoles se dan esas dos vertientes: en algunos barrios siguen fatal, pero los que han empezado un plan de residuo cero han pasado a reciclar más del 65% en dos años.
En total cien municipios italianos se han comprometido a llegar al residuo cero para 2020. El primero fue Capannori, localidad de 50.000 habitantes que hoy está en el 90% de recogida selectiva. Torino, con más de un millón de habitantes, consigue más del 70%.
Por otra parte, San Francisco (Estados Unidos), con casi un millón de habitantes, se puso el objetivo del residuo cero hace más de diez años y ha pasado de recoger el 25% a superar ahora el 80%. Suecia recicla el 99% de sus desechos. Y Oslo, la capital de Noruega, es ya una de las ciudades que más reciclan del mundo.
España empezó a promover el residuo cero en 2009. Cataluña tiene la Estratègia Catalana Residu Zero, con unos 60 municipios asociados, como Argentona o Sant Sadurní d'Anoia, donde están alrededor del 80%, y Euskadi ha puesto en marcha la estrategia Zero Zabor (basura cero), que ha logrado que municipios como Usurbil o Hernani reciclen más de 80% de sus desechos.
Para impulsar el objetivo Residuo Cero, AENOR - Asociación Española de Normalización y Certificación ha desarrollado la certificación Residuo Cero que reconoce a las organizaciones que evitan que las distintas fracciones de residuos tengan como destino la eliminación en vertedero. Este certificado permite a las organizaciones optimizar procesos y adelantarse también a las disposiciones legales que vayan desarrollándose.
CONSEJOS PARA APUNTARSE A LA TENDENCIA RESIDUO CERO
1. Cansados de la publicidad. Puedes negarte a recibir publicidad en el buzón que además genera toneladas de basura, consume recursos y habitualmente ni la miramos. Algunos municipios han regulado en sus ordenanzas municipales la propaganda directa en buzones, reconociendo el derecho a no recibir publicidad no deseada e incluyendo sanciones a quien no lo respete. En el resto de municipios se puede colocar una pegatina en nuestro buzón expresando nuestro deseo de no recibir publicidad no solicitada, algo que no se respeta ni por repartidores ni por anunciantes.
2. Facturas online. Avisa a tu compañía de luz, agua, teléfono para que no te envíen las facturas en papel ya que habitualmente lo consultas vía Internet.
3. No al merchandising. No te cargues de llaveros y bolígrafos que no usas, camisetas y un largo etcétera de objetos que terminan en un cajón ocupando espacio o en la basura como residuo.
4. Zafarrancho de limpieza. Podemos hacer una buena limpia en nuestra casa deshaciéndonos de todo lo que no se usa. ¡No lo tires! Dónalo, véndelo a tiendas o colócalo en portales de segunda mano para otorgarle una nueva vida.
5. Compras impulsivas. Olvídate de esas compras que realizas por impulso y que luego nunca usas. No regales cosas por compromiso que sabes que no van a gustar. Evitarás, tanto a ti como a los demás, la creación de una fuente de residuos.
6. Reutiliza. Seguro que tienes algún objeto desechable que puede utilizarse por un artículo reutilizable. Existen multitud de portales online que te enseñan a reutilizar objetos. Una actividad en la que además pueden participar los niños.
7. La cesta de la compra. Acude a comprar con tu bolsa de tela o carrito de la compra. Evita todos los envases que no son necesarios. Compra en la medida de lo posible a granel y al corte, además es más barato. Consume productos de temporada y próximos a tu lugar de residencia, seguro que hay una oferta muy amplia. Los productos que vienen de lejos tienen un excesivo gasto en transporte. Cuando salgas a comer o cenar fuera, utiliza el mismo criterio para la carta del restaurante.
8. Recicla. Cuando hayas agotado todas las posibilidades de reutilización recuerda depositar el residuo en el contenedor correspondiente.
9. Compost orgánico.Haz compost con los alimentos y residuos árboles. No es complicado, lo puedes utilizar en el jardín o en tus macetas.
10. La dieta perfecta. En el hogar y en el trabajo. Si has hecho la compra con criterio podrás preparar infinidad de menús para ti y tu familia que apenas generan residuos. No hagas aburrida tu comida en el trabajo. Prepara recetas que te mantengan activo, que se puedan trasladar en tu tuppery no caigas en el aburrido y repetitivo sándwich.
11. No derroches agua ni energía. Acuérdate que para obtener estos recursos se generan muchos residuos. Utiliza el transporte público, los combustibles y las energías alternativas.