La policía publica una foto de dos adultos que sufrieron una sobredosis en el coche con un niño
Un niño sentado en una sillita en una furgoneta. Lleva una colorida camiseta de dinosaurios. Mira a la cámara con la mirada perdida mientras dos adultos están inertes en los asientos delanteros. Ambos, según la policía de Ohio, habían sufrido una sobredosis.
Las escalofriantes imágenes la compartió la ciudad de East Liverpool en su Facebook el pasado 8 de septiembre. La mujer inconsciente en el asiento del copiloto era Rhonda Pasek, aseguró la policía, y el crío es su hijo de cuatro años.
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FOTO PUBLICADA COMO ADVERTENCIA
"Creemos que es necesario mostrar la otra cara de esta horrible droga. Creemos que tenemos que ser la voz de los niños que se ven envueltos en estos episodios", aseguró el ayuntamiento en su Facebook.
"Este crío no puede hablar por sí mismo pero esperamos que su historia sirva para que otra persona se lo piense dos veces antes de inyectarse veneno mientras tenga un menor a su cargo", continuaba el post.
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Según el informe policial, el agente Kevin Thompson paró un Ford Explorer que circulaba erráticamente por la calle. El hombre al volante, identificado como James Acord, le dijo al agente que estaba llevando a Pasek al hospital.
Según Thompson, Acrod daba cabezazos al aire. Antes de que se pudiera poner en marcha otra vez, el agente cogió las llaves del vehículo y fue entonces cuando se dio cuenta de que estaba el menor en el asiento trasero.
En ese momento el conductor perdió el conocimiento y la copiloto empezaba a ponerse azul. Llamó a la ambulancia y cuando llegaron las asistencias sanitarias, les atendieron para revertir la sobredosis por opiáceos.
Al final, la pareja recupero la consciencia y fue trasladada al hospital. El chico quedó a cargo de los servicios sociales, según el informe.
"Sabemos que algunos pueden ofenderse por estas imágenes, por lo que pedimos perdón, pero es hora de que el público no consumidor de drogas vea con lo que estamos lidiando a diario", continuó el post subido por las autoridades locales, que añadía que la heroína se está "asentando con fuerza" en muchas comunidades.
Acord, de 47 años, está acusado de poner en peligro al niño y conducir bajo los efectos de la droga, mientras que Pasek, de 50, está acusada de poner en peligro a su hijo y no llevar el cinturón de seguridad.
Este artículo fue publicado originalmente en la edición australiana de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés.