Garrapatas: qué hacer si te pican y cómo evitarlas
La muerte de un varón de 62 años el pasado 25 de agosto en el Hospital Universitario Gregorio Marañón, tras haber estado de excursión por el campo en Ávila con un antecedente de picadura por garrapata, así como el ingreso en la UCI de una enfermera que le atendió, ha hecho saltar todas las alarmas sobre este insecto. En el caso del fallecido, la garrapata le transmitió el virus (Nairovirus) que provoca fiebre hemorrágica de Crimea-Congo (FHCC), pero no es lo único que puede provocar este insecto.
Por ello, la portavoz de la Junta de Castilla y León, Rosa Valdeón, ha apelado a la prudencia y a la tranquilidad ante la "sospecha" -ha dicho- de que el origen de los dos casos de fiebre hemorrágica esté en la picadura de una garrapata en Ávila. La consejera castellanoleonesa ha añadido que "va a ser muy difícil" que se pueda determinar el origen de la enfermedad, más allá de lo referido por el propio paciente cuando fue ingresado.
Por esta razón, Valdeón ha subrayado la recomendación para que los ciudadanos que detecten la presencia de una garrapata acudan al centro de salud más cercano, donde los facultativos aplicarán el protocolo establecido, que incluyen el análisis del insecto. De hecho, la portavoz de la Junta de Castilla y León ha detallado que, en el último año con datos, 2014, en los centros sanitarios de esta Comunidad los especialistas analizaron hasta 1.143 garrapatas que fueron separadas de personas que acudieron a algún centro de salud y en las que no se encontró el virus de la fiebre hemorrágica.
Hay que tener presente que el virus está presente en España desde 2010, según ha informado José Antonio Oteo, director del Centro de Rickettsiosis y Enfermedades Transmitidas por Artrópodos Vectores del Centro de Investigación Biomédica de La Rioja, cuando se detectó en la provincia de Cáceres en garrapatas de la especie 'Hyalomma marginatum', que actúa como vector (transmisor). Pese a ello, el hecho de que hasta ahora no se hubieran detectado casos en humanos demuestra que esta garrapata -presente por toda España- no suele provocar muchas picaduras, menos que otras como la marrón presente en los perros. De hecho, se hicieron análisis de sangre a cazadores de la zona para ver si habían estado expuestos al virus y no detectaron la presencia de anticuerpos.
También hay que tener en cuenta las características de este insecto. Tal y como explica el Ayuntamiento Velez Málaga en su guía "Actuaciones y Primeros auxilios en accidentes de trabajo ante picaduras y mordeduras de animales" hay dos tipos de garrapatas, las duras y las blandas, que se diferencian básicamente por la dureza de su tegumento externo.
Entre las primeras se encuentra la garrapata del perro y otras garrapatas parásitas permanentes de mamíferos en zonas de prados o matorrales; entre las segundas, las garrapatas de aves, que se localizan más frecuentemente en el interior de las estancias de animales domésticos y se desprenden del huésped después de la comida diaria.
La mejor protección que se puede llevar es vestir ropa adecuada, sobre todo en el campo. Lo ideal es llevar siempre pantalones largos, botas, vestir con calcetines, que cubran los pantalones. Además, hay que intentar no vestir con la camiseta por fuera.
Después de haber estado en un espacio susceptible de ser hábitat de este tipo de insectos, hay que inspeccionar cuidadosamente el cuerpo, en especial las zonas de vellos y pelo. Hay que prestar especial atención si se han visitado zonas de vegetación densa y cierta humedad en el suelo y, en el caso de contacto con animales domésticos, sobre todo si comparten la vivienda con nosotros.
Cuando a una persona le pica una garrapata, se produce una reacción local con picor y enrojecimiento. A los 3 ó 4 días de haberse fijado a la piel de la persona, comienza a inflamarse la zona de la picadura con dolor e intenso picor.
Lo más importante es arrancar el parásito pero hay que hacerlo con mucho cuidado para no dejar en el cuerpo rastro alguno, ya que la infección podría repetirse e incluso empeorar. La "Guía de Primeros Auxilios" de Samur-Protección Civil explica los pasos a seguir:
1.- Llene un tapón con alcohol o acetona y tape con él a la garrapata, que quedará entre la piel y el tapón.
2.- Manténgalo sujeto durante dos o tres minutos. Transcurrido este tiempo, retire el tapón y la garrapata se encogerá y sacará las patas de la piel, que son las causantes de la infección. Retire la garrapata muerta con una pinza o palillo.
3.- Retire las patas, una vez que se hayan desprendido, con la ayuda de unas pinzas, unos guantes o trozo de plástico para proteger sus dedos. Tenga precaución en la realización de la técnica de extracción de las patas ya que si se produce una rotura de estas y quedan en el interior de la piel, cabe la posibilidad de producir infección.
4.- Lave frotando la piel con agua y jabón, para remover los gérmenes que hayan quedado en la herida.
5.- No use calor porque lesiona la piel y no garantiza que las garrapatas se desprendan completamente.
6.- Asegure traslado hospitalario o avise al 112, especialmente si no puede quitarlas, si parte de ellas permanecen en la piel o si se desarrolla una erupción.
Lo ideal es evitar los paseos con el animal por zonas de maleza alta, en especial durante el verano, cuando las garrapatas son más peligrosas. También algo rutinario: utilizar productos antigarrapatas para protegerlo. Lo recomendable, además, es consultar siempre con el veterinario.