El terrorista de Ansbach juró lealtad a Estado Islámico en un vídeo
El refugiado sirio que se inmoló el domingo en la localidad alemana de Ansbach (Baviera) tenía en su teléfono móvil y en su ordenador vídeos de contenido yihadista, entre ellos al menos uno en el que juraba lealtad a Estado Islámico, según el ministro del Interior bávaro, Joachim Herrmann.
El terrorista, cuya identidad no ha trascendido, jura lealtad al líder de la organización terrorista Estado Islámico, Abu Bakr al Baghdadi, si bien no existen indicios que confirmen la implicación de algún grupo internacional en este atentado. Asimismo, amenaza en árabe con cometer atentados como "venganza" contra Alemania.
Herrmann ha ofrecido estas conclusiones tras una "traducción provisional" de la documentación y ha subrayado, ya "sin duda", no sólo que lo ocurrido en Ansbach se trató de un "ataque terrorista", sino que tenía "trasfondo islamista".
Las autoridades se han incautado de numerosas pruebas en un registro de la vivienda del autor y, de esta forma, han podido confirmar que el terrorista pretendía causar más víctimas y no ser el único fallecido, a la espera de los análisis que se realicen de dichas evidencias en las próximas horas.
Entre los objetos hallados figura material con el que se habrían podido fabricar otras bombas, informa el periódico Die Welt. Las fuerzas de seguridad, no obstante, no han confirmado de momento que existan otros cómplices.
REFUGIADO
El atacante, de origen sirio, llegó a Alemania el 3 de julio de 2014 y se enfrentaba a un proceso de deportación. El Gobierno federal ha confirmado que iba a ser expulsado a Bulgaria, después de que se le hubiese denegado la petición de asilo y expirase el permiso de residencia.
La Policía ha explicado que, antes de inmolarse, intentó acceder al recinto donde se estaba celebrando un festival de música al que asistían unas 2.000 personas. Finalmente, terminó detonando los explosivos que llevaba en una mochila junto a un bar cercano, lo que dejó 15 heridos, según el último balance.
MÁS SEGURIDAD
Alemania ha sufrido en los últimos días una ola de ataques que ha llevado al Gobierno central a revisar la seguridad en todo el país. El ministro del Interior alemán, Thomas de Maiziere, ha confirmado en rueda de prensa que es "especialmente importante" aumentar la presencia policial en espacios públicos.
Por este motivo, habrá más fuerzas de seguridad en instalaciones como estaciones de tren o aeropuertos, al tiempo que también se llevarán a cabo más registros en zonas cercanas a la frontera. En este último punto, De Maiziere ha avanzado controles al alzar, "que no son visibles pero sí muy efectivos".
Una portavoz del Gobierno, Ulrike Demmer, ha señalado que es demasiado pronto para determinar si es necesario un cambio en la política de refugiados y ha llamado a esperar a los resultados de las investigaciones, según la agencia Reuters.
Sin embargo, sí que ha querido desvincular la explosión de Ansbach y otros actos previos de una posible imagen "uniforme" sobre quienes han acudido a Alemania en busca de protección. "La mayoría de los terroristas que han perpetrado ataques en Europa durante los últimos meses no eran refugiados", ha recordado.
En cambio, el secretario general de la Unión Social Cristiana (CSU) de Baviera, Andreas Scheuer, ha reclamado una auditoría general de "todos" los refugiados para descartar posibles amenazas.
