Los retos urgentes que tendrá que afrontar el nuevo Gobierno... sea el que sea
Aún con la resaca a cuestas de la peor crisis económica en décadas, con la UE en peligro tras el Brexit y con la sensación de que la nueva política ha envejecido de repente, los españoles encararon unas nuevas elecciones el pasado 26 de junio con una rara mezcla de incertidumbre y hartazgo.
Con estos ingredientes, las urnas desprendieron unos resultados inciertos que, horas antes de que el rey Felipe VI empiece su ronda de contactos con los líderes políticos, nos impiden asegurar quién va a afrontar los retos que, sí o sí, tiene por delante España. ¿De qué desafíos estamos hablando?
- FORMACIÓN DE GOBIERNO
El reto más urgente que se desprende de las urnas es llegar a acuerdos que permitan formar un Gobierno. Los antecedentes más recientes han puesto en evidencia la capacidad de negociación de los políticos españoles, lo que unido a las líneas rojas que han vuelto a aparecer esta semana avivan la incertidumbre.
Sin embargo, el doctor en Ciencias Políticas y editor de Politikon, Pablo Simón, quita hierro a este asunto y pone el foco en “lo que viene después”. “Nuestros políticos saben perfectamente que no se pueden producir unas terceras elecciones”, asegura Simón, quien no descarta, eso sí, que el Gobierno resultante pueda ser débil, la legislatura corta o que se abran muchos asuntos y no se cierren.
- CONSOLIDACIÓN FISCAL
Con unos presupuestos desfasados, con Bruselas estudiando cómo sanciona a España y con cartas desde La Moncloa prometiendo recortes, los ajustes serán inevitables para el nuevo Gobierno. “Habrá subidas de impuestos, recortes del gasto público o ambas cosas”, augura Simón, quien prevé que este tipo de medidas impopulares se producirán al principio del mandato “para tener tiempo de reconciliarte con el electorado”.
El propio líder de Podemos, Pablo Iglesias, se mostraba cristalino cuando explicaba en la Cadena Ser—pocos días antes de los comicios del 26-J— que los límites en los que se mueve un gobernante “son lentejas” y que a partir de ahí se pueden tomar opciones. Simón profundiza en esta idea y explica que renegociar con Europa no está en tus manos, por lo que prometer bajadas de impuestos en campaña electoral es absurdo porque no tienes capacidad para hacerlo.
“Esto ya se dijo en el pasado”, recuerda el editor de Politikon, en alusión a las bajadas de impuestos que en 2011 planteó el entonces candidato del PP, Mariano Rajoy, y que terminaron en subidas impositivas.
- DESEMPLEO ESTRUCTURAL
El pasado 10 de junio, un estudio de la Fundación Bertlesmann confirmaba que el desempleo de larga duración es un “problema estructural” en España y no una cuestión coyuntural fruto de la crisis.
Este paro, por encima del 20%, es insostenible a medio plazo por el encarecimiento de las materias primas y por la retirada de las políticas de estímulo por parte del Banco Central Europeo (BCE) lo que, a juicio de Simón, “obliga a acometer reformas en el mercado laboral, pero también en el aparato productivo, en la inversión en I+D+i y en el modelo educativo”.
- CATALUÑA
Aunque todos los candidatos han bordeado este enorme charco en periodo electoral, la realidad es que el desafío catalán está ahí y al nuevo Gobierno le va a tocar mojarse. “Es evidente que los consensos mínimos han saltado por los aires”, opina Simón, quien destaca que el Ejecutivo va a tener que afrontar reformas institucionales en esta materia.
- BREXIT
El nuevo Gobierno tendrá que encarar la que es, sin duda, la crisis política más grave de la UE. La decisión de los británicos de abandonarla ha puesto en jaque a todo el continente, que tendrá que sumergirse en unas negociaciones hasta ahora inéditas para hacer efectivo el divorcio.
A falta de saber el color que tendrá finalmente el Ejecutivo, será clave la postura que adopte en todo lo que rodea al Brexit. Desde la Comisión Europea ya se ha dejado claro que no habrá una “renegociación” de lo pactado, pero hay asuntos como el caso escocés que a España le interesan directamente. Así, el presidente en funciones, Mariano Rajoy, ha lanzando el mensaje de que no se abogará por la inclusión de Escocia en la UE, ya que consideran que será un antecedente “peligroso” para la causa independentista catalana. Falta por ver si esto es lo mismo por lo que lucharía un Gobierno de coalición con otros partidos.
Sea cual sea el nuevo Ejecutivo que tenga España, está claro que tendrá que implicarse en el proceso de reforma de la UE y en las negociaciones con Reino Unido para defender sus intereses nacionales, como la cifra a asumir para suplir a Reino Unido —se habla ya de más de 900 millones—.
- OTRAS REFORMAS PENDIENTES
Estamos hablando de reformas en las que hay cierto grado de acuerdo, como la de la Justicia, la del Tribunal Constitucional o el Senado. Pero también de otras capitales, como la financiación autonómica o el modelo territorial, en las que las posiciones están muy alejadas.
Asimismo se abrirán comisiones de investigación que, como matiza Simón, “no sabemos si se cerrarán o no, pero los partidos decisivos para gobernar lo llevan en sus agendas”. Nos estamos refiriendo a una comisión de investigación sobre corrupción, una constitucional, una del sistema electoral e, incluso, un anteproyecto de reforma de la Justicia.