La tecnología se pone bonita
Uno de los más importantes encuentros de interioristas, decoradores y arquitectos, Casa Decor, celebrado el pasado junio, fue el escenario elegido para la puesta de largo de la nueva tele de Samsung, la SERIF TV. Un electrodoméstico que supone un hito en el diseño de tecnología, gracias a una exclusiva colaboración entre la marca y los reconocidos diseñadores parisinos, Ronan & Erwan Bouroullec.
"Igual que los tipógrafos cuando diseñan una letra, hemos estudiado el objeto y su interacción con el espacio que lo rodea", afirman los creativos parisinos respecto a su trabajo. El nuevo televisor SERIF, que se parece a la letra I maýuscula vista de perfil, es un perfecto ejemplo de cómo la tecnología puede integrarse en las estancias de la casa gracias a un cuidado y bonito aspecto.
Pero la SERIF no es la primera televisión que se convierte en una pieza decorativa más de nuestro salón. El estudio de diseño Ciszak Dalmas, uno de los más prestigiosos de España, cita otros famosos ejemplos como "el Algol TV, un televisor con batería que se puso a la venta en 1964, o el Glass Cube, reinterpretado por Mario Bellini, un auténtico éxito de ventas por la apuesta por el diseño”.
PIONEROS EN HACERLO BONITO
Hasta ahora, cuando el común de los mortales pensaba en la unión de diseño y tecnología invocaba a la blanca y armoniosa apariencia de los aparatos de Apple. Porque, si algo ha hecho famosa a la gran marca, además de las innovaciones tecnológicas, han sido sus cuidados diseños. El artífice de los más exitosos es Jonathan Ive, un inglés de 45 años, al que se debe, por ejemplo, el primer iMac, el de colores, que marcó un antes y un después en el mundo de la tecnología en muchos aspectos.
Andrea Dalmas, uno de los dos creadores que forman parte del estudio madrileño, recuerda que "hubo muchas marcas anteriores pioneras en esto del diseño. Olivetti con su Ettore Sotssass lettera 22, una máquina de escribir que se convirtió en un éxito por su sencillez; o Brionvenga, una de las legendarias empresas italianas de electronica, en la que Richard Sapper y Zanuso firmaron, entre los años 60 y 80, varios productos. Después llegaría Steve Jobs, que contrató IDEO para diseñar el primer ratón en 1984. Y luego continuó su discípulo Jonathan Ive, que todavía firma todos los productos de la manzana. Ahora marcas como Parrot, Next y algunas otras hacen cosas muy buenas".
Hacer la tecnología bonita es ya una tendencia general. No hay más que fijarse en cómo han evolucionado los teléfonos móviles o cómo los electrodomésticos han conseguido fundirse en nuestras cocinas. "Para mí, y para muchos más, es fundamental. Se está educando a la sociedad en el diseño. ¿En los bares o las tiendas de hace diez años había tanto diseño? Está claro que empresas como Apple han influido muchísimo en que la gente aprendiese el significado de diseño mientras hacía uso de ello sin darse cuenta", explica Andrea.
En todo este proceso han tenido mucho que ver personas como Dieter Rams, "el revolucionario diseñador alemán, que en su Decálogo del buen diseño recogió la frase: 'Un buen diseño tiene que ser como un mayordomo inglés, siempre disponible y desapercibido". Pero lo más importante para Andrea es que las grandes marcas están contribuyendo a ello: "Si trabajas con grandes empresas, ellos ponen a tu servicio ingenieros de toda suerte. Si vas solo, es decir, si pretendes diseñar de 0 a 100 todo el producto, puedes tardar muchísimo, porque hay muchas disciplinas involucradas: ingeniería, materiales, ergonomía, informática, electrónica, etcétera. Castiglioni decía que el diseño es una práctica colectiva. No somos artistas que pueden crear una masterpiece en su boardilla."