El Trineo del Viento completa su travesía tras un final de viaje trepidante

El Trineo del Viento completa su travesía tras un final de viaje trepidante

5c8b2a883b000002076d2291IGNACIO OFICIALDEGUI

Kangerlussuaq, Groenlandia. Domingo, 15 de mayo de 2016. Comienza el viaje.

...

Kangerlussuaq, Groenlandia. Sábado, 25 de junio de 2016. Finaliza la travesía.

Entre una y otra fecha hay seis semanas de diferencia y casi 2.000 kilómetros. Ésa es la distancia recorrida por el Trineo del Viento en lo que se ha venido a llamar Cumbre de Hielo de Groenlandia 2016. La aventura, capitaneada por el explorador Ramón Larramendi y en la que ha estado siempre acompañado de otras cinco personas, culminaba este sábado tras un final complicado. En las últimas horas, el equipo se encontró con grietas en el hielo que complicaron, pero no impidieron, la llegada a la meta prevista.

La expedición, con fines científicos y de exploración, ha servido para probar que este vehículo eólico único en el mundo es capaz de navegar por los territorios árticos llevando dos toneladas de peso y hasta seis tripulantes. "Estamos muy satisfechos. Ha sido duro, por las condiciones climáticas, pero hemos conseguido los objetivos. Esperamos que esta expedición sirva de espaldarazo definitivo de este vehículo como herramienta para la exploración polar española e internacional", señalaba a su llegada a Kangerlussuaq Ramón Larramendi.

El Trineo de Viento, con unas dimensiones de 12 metros de largo por tres y medio de ancho, logró realizar una ascensión con vientos en contra, hasta llegar a los 3.240 metros de altitud, el summit. Desde allí, el equipo inició la bajada por la otra vertiente del domo helado hasta las cercanías de la costa este. Fue en ese punto donde un helicóptero se acercó al vehículo para realizar el intercambio de tripulación, ya que los compañeros de Larramendi que culminaron la travesía no fueron los mismos que la empezaron.

  5c8b2a882400006d054d04b3

En la primera parte del viaje, patrocinado por Tierras Polares y apoyado por la Sociedad Geográfica Española, el explorador contó con la compañía de Hilo Moreno, Ignacio Oficialdegui, Vicente Leal, la danesa Karin Moe Bojsen y Nacho García. Los cuatro últimos fueron relevados, como estaba previsto, tras 1.500 kilómetros de navegación por Manuel Olivera, Malik Milfeldt y Miguel Herrero.

DESHIELO ADELANTADO

El viaje ha servido para que Larramendi y su equipo constatasen, desde los primeros días de la travesía, que el deshielo en el interior de Groenlandia se ha adelantado este año varias semanas, frente a lo vivido hace dos años en la Circunnavegación de Groenlandia de 2014. No sólo las temperaturas han sido más elevadas, sino que los vientos nocturnos polares que esperaban se han comportado erráticamente. En algunos momentos tuvieron que dividir el convoy de cuatro módulos en dos partes con dos equipos para poder seguir la ascensión a la cumbre.

En toda la ruta, los miembros de la expedición de Tierras Polares han recogido datos sobre las condiciones del hielo y la nieve, y sobre la radiación cósmica para científicos del CSIC y de la Universidad de Alcalá de Henares.

Una vez en la cima del hielo, en la base científica norteamericana Summit Camp (o Summit Station), recogieron instrumental científico para otra investigación, en este caso liderada por el glaciólogo norteamericano Jason Box, del Servicio Geológico de Dinamarca. Con ese material, los expedicionarios han realizado perforaciones de 13,5 metros de profundidad en diferentes coordenadas geográficas del interior de Groenlandia para estudios sobre el cambio climático.

INCIDENTES DE ÚLTIMA HORA

Tras superar la cima helada, la bajada a los alrededores de la costa sureste fue más rápida, superando en algunos momentos los 25 kms/h de velocidad con el convoy y sin incidentes importantes. Tampoco los hubo en el camino de vuelta hacia el oeste, los últimos 500 kilómetros.

Los momentos más complicados para el Trineo de Viento tuvieron lugar en las últimas horas. Una zona de grandes grietas tapadas por la nieve convirtieron los últimos kilómetros en un campo de minas, afortunadamente sin consecuencias.

  5c8b2a8822000031001a72d0

Nada más aterrizar, Larramendi reconocía: "Esta expedición no ha sido fácil porque ha hecho demasiado calor, hasta varios grados sobre cero a 2.200 metros de altitud, y porque arrastrar 2.000 kilos de peso es todo un reto que nunca antes se había intentado, pero estamos felices y satisfechos de haberlo superado. Hemos ido arreglando los desperfectos sobre la marcha y superando las dificultades. Ningún otro vehículo podría haber seguido adelante en las condiciones en las que nosotros hemos recorrido el interior hielo. Se ha demostrado una vez más que la simplicidad y eficiencia del Trineo de Viento sigue siendo única para sacarle provecho científico".