¿Hacemos las maletas?
LONDRES.- Ciudad con ojeras que se bate contra el peso de la historia. Sol sobre el cielo de Londres tras una semana de lluvia. No se habla de otra cosa en las calles y los cafés. Los británicos han decidido salir de la Unión Europea tras 43 años de pertenencia. Se avecinan semanas y meses de mucha incertidumbre, sobre todo para los europeos que viven en el Reino Unido e inmigrantes de más allá, auténticos protagonistas de una campaña que a menudo ha empleado el lenguaje xenófobo para señalarles como culpables de los problemas que vive el país. Algunos se plantean hacer las maletas.
Una mujer joven ucraniana que trabaja como limpiadora en un modesto hotel de Padington, al oeste de Londres, no quiere hablar del tema. “Tengo miedo”, dice mientras sube esquiva una pesada bolsa de ropa por las empinadas escaleras del hotel. “No puedo entender lo ocurrido”, dice Azim, el recepcionista británico con orígenes indios. “Mi abuelo nació en India y vino al Reino Unido para luchar en la II Guerra Mundial. He votado por la permanencia y no puedo entender lo ocurrido. No reconozco a mi país”. A cien metros, un hombre de unos 60 años que regenta un pequeño café se congratula en este histórico día: “vienen muchos refugiados. Esto no puede seguir así”. Nació en el Reino Unido pero sus padres eran sicilianos.
“Estoy destruida. Estoy muy preocupada por el futuro de este país. Y con el futuro de Europa”, cuenta Sandra, una mujer alemana que llegó a Londres hace 30 años. Impotente por no poder votar, pasó el día de la jornada de votación en una esquina de Holloway Road, en Islington, al noreste de Londres, haciendo campaña para recordar a todos los vecinos que pasaran por allí que tenían que ir a votar, que el país se jugaba su futuro en las urnas. “No podía quedarme en casa y tampoco podía votar. Así que traté de ayudar todo lo que pude”, se lamenta.
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Sandra, defendiendo la permanencia en la UE.
“Me preocupa mucho que haya habido un debate tan emocional y tan poco racional. Habrá un día en que todos nos preguntaremos: ¿cómo pudimos permitirlo?”, cuenta Sandra a El Huffington Post y reconoce que, a pesar de que adora Londres y lleva casi toda su vida aquí ahora se plantea regresar a Alemania. “Da miedo mirar quienes han sido las caras influyentes en esta campaña. Me recuerda a la situación que vivió mi país en los años 30. Las actitudes que antes se consideraban inaceptables para hablar de la inmigración se han convertido en algo normal. Me preocupan las tensiones sociales que se avecinan”.
Una sensación de decepción parecida es la que tiene Aitziber Elizalde, que lleva en Londres más de siete años y trabaja como psicóloga en el NHS, la red de sanidad pública británica “Es sobrecogedor, un desastre. Este país y en especial Londres han significado siempre para mí la libertad, la multiculturalidad, la aceptación. Si esto cambia dejará de ser el gran país al que vine y en el que he vivido siete años y del que entonces no querré formar parte. Ya no me aportará nada. No me voy ya pero me plantearé irme en un futuro no muy lejano”.
En un puesto de frutas en Portobello Road un hombre corta granadas con la precisión de un cirujano. “Aceptamos euros”, se ríe, pero después arranca en un tono serio: “estoy indignado. Voté para la permanencia. El nacionalismo y la religión son siempre un instrumento para movilizar a los ignorantes. Así empezó Hitler”. El mercado abre como un día más pero las conversaciones este vez no hablan de cifras ni objetos preciados.
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Aitziber Elizalde.
Samantha Lhoas, belga de madre española, emigró a Londres en 1988 cuando tenía 18 años. Ahora trabaja como Directora de Cuentas para la cadena de televisión CNBC. De un día para otro, su vida se ha llenado de dudas existenciales. “Terribles noticias para los europeos viviendo en este país”, cuenta Samantha a este diario. “Estoy preocupada por la libra, por las oportunidades que va a dejar de brindar este país y por las propiedades… Claro que he pensado en marcharme. Tengo que pensar en el largo plazo porque tengo una hija que es belga que está creciendo aquí. Tengo que pensar en el impacto que va a tener esto en su vida teniendo en cuenta cómo los británicos han elevado la voz expresando cómo se sienten sobre Europa y los europeos que estamos aquí. Honestamente, estoy avergonzada sobre cómo la gente ve el futuro de este país”.
Samantha Lhoas.