Puigdemont dice que ahora sí irá a la final y pide "una dimisión"
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha confirmado este viernes que acudirá a la final de la Copa del Rey y ha pedido que haya "rectificaciones" y "una dimisión", después que el juez haya tumbado el veto a las esteladas de la delegada del Gobierno en Madrid, Concepción Dancausa.
Puigdemont ha confirmado su asistencia a la final vía Twitter y también ha convocado una rueda de prensa en el Palau de la Generalitat para valorar la decisión del juez de retirar el veto a la estelada decretado previamente por Dancausa.
"Iré a Madrid, contento de que la justicia haya parado una decisión antidemocrática. Son necesarias una dimisión y algunas rectificaciones", ha escrito el presidente catalán.
El juez del juzgado Contencioso-Administrativo número 11 de Madrid ha permitido a los aficionados que asistan el próximo domingo a la final de la Copa del Rey entre el Barcelona y el Sevilla que exhiban esteladas al estimar el recurso presentado contra la decisión de la Delegación del Gobierno en Madrid de impedir las banderas independentistas.
Mientras, el Barcelona ha mostrado su "satisfacción" por la decisión judicial. "El club celebra que la decisión del juez permita, este domingo, la libre expresión de símbolos y banderas legales a los socios y aficionados de nuestro club", aseguró en un comunicado.
La entidad barcelonista muestra su preocupación, no obstante, porque se puedan producir en un futuro hechos como los promovidos por la delegada, Concepción Dancausa, desde el miércoles. "Son situaciones que representan un intento de atentado a la libertad de expresión y, además, no contribuyen a favorecer el que siempre ha sido y será una fiesta del fútbol y del deporte", reza el texto.
El propio Barcelona también presentó este jueves un segundo recurso en el mismo sentido. La prohibición ahora suspendida motivó que varios dirigentes políticos anunciaran que renunciaban a asistir a la final, entre ellos el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y la regidora madrileña, Manuela Carmena.