Accesorios de pelo en bodas: manual de uso de tocados, pamelas y otros perifollos
Horquillas, pasadores, pañuelos, flores, joyas... los complementos para el pelo se han convertido en una de las grandes apuestas para levantar cualquier estilismo de invitada a boda. Pero cuidado porque, aunque en la teoría quedan siempre bien, en la vida real hay que cumplir una serie de normas para ser la estrella sin estrellarse en el intento.
PAMELA, ¿SÍ O NO?
Como norma general, las pamelas y tocados más grandes y ostentosos están reservados a las bodas de día y solo a aquellas que requieran pompa y boato (como, por ejemplo, las ceremonias en una catedral). Los pequeños tocados o accesorios, sin embargo, pueden lucirse con mucha más soltura en cualquier tipo de evento.
MENOS ES MÁS
Si llevas cualquier tipo de accesorio en el pelo, cualquiera, lo mejor será apostar por un peinado simple: el cabello suelto o un moño sencillo van a ser lo más adecuado. Recuerda que, si no quieres caer en el barroco más absoluto, sólo puede haber un protagonista.
A PRUEBA DE BODAS
Asegúrate de que cualquier accesorio que lleves quede bien sujeto. La seguridad es la clave. Comprobar que no vas a quedarte sin tu complemento (y que no vas a despeinarte) en la primera conga es fundamental, así que, antes de salir de casa, muévete, baila y salta para poder detectar cualquier fallo de seguridad y corregirlo. Que vamos de fiesta y no queremos accidentes (al menos, no de estilo).
TIARAS CON TRUCO
Si te gustan las tiaras tipo joya y no tienes ninguna a mano —no todas somos la reina Letizia, qué le vamos a hacer—, un collar ostentoso y bien sujeto puede servirte para dar el cambiazo. Nota: las abuelas estilosas suelen guardar grandes tesoros en sus joyeros.
VAYA TELA
Los turbantes y pañuelos ya no son sólo para ir a la piscina. Son perfectos tanto para los eventos de día como para los de noche. Apuesta por la calidad de las telas y los colores llamativos que le aportarán a tu look un toque muy sesentero.
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