Javier Fernández: "Tuve que marcharme de España para mejorar y cumplir mi sueño"
Hasta 2013, a casi cualquiera en España al que se le preguntara de patinaje sobre hielo, apenas sabría decir nada. Quizás ahora tampoco, pero un chico madrileño de 25 años ha hecho que más de uno no cambie de canal si por la tele echan una competición de este deporte tan minoritario en nuestro país.
Ese joven es Javier Fernández (Madrid, 1991), que en 2013 saltó a los titulares deportivos tras proclamarse campeón de Europa en Zagreb. Un año después, en Budapest, revalidó el título y se convirtió en toda una sensación en España, donde ya todos esperaban un oro olímpico en los Juegos de invierno de Sochi. Pero Fernández se quedó a las puertas de la medalla.
Sin embargo, ese tropiezo no mermó su carrera. Más bien, al contrario. En 2015 y en 2016 ha ganado otros dos campeonatos de Europa a los que ha sumado dos campeonatos del Mundo. Logros que le han valido el reconocimiento institucional del Ejecutivo español.
Acabas de venir de recibir la medalla de Oro al Mérito Deportivo de manos del presidente del Gobierno, ¿qué sentiste cuando te lo anunciaron?
Es una sensación muy especial, ves cómo tanto esfuerzo durante tantos años tiene su reconocimiento, algo que jamás podría imaginar.
¿Qué te dijo Rajoy?
Me felicitó por los logros conseguidos y me animó a seguir entrenando y dando lo mejor de mí. Tuvimos una conversación muy agradable hablando del patinaje y de otros deportes; sabe de lo que habla.
Has recibido varios mensajes de felicitación, ¿cuál es el que más ilusión te ha hecho o el que menos te esperabas?
La llamada de los reyes y las infantas fue algo que jamás me esperaría y que más ilusión me hizo. También son muy muy especiales todos los mensajes de mi familia y mis amigos.
Háblanos de tus inicios, ¿cuándo te fijaste en el patinaje?
Mi hermana Laura tiene la culpa de que haya llegado hasta aquí. Ella comenzó a patinar y llegó un día en el que me decidí a ponerme unos patines y hasta ahora.
¿Cuándo te diste cuenta de que ibas a dedicarte profesionalmente al patinaje?
Cuando Nikolai [Morozov, su entrenador] me ofreció la posibilidad de irme con él, me di cuenta que ese paso era algo muy importante que me comprometería al 100% con este deporte, y así fue.
¿Cómo es el camino hacia el profesionalismo?
En España está todo por descubrir y la intención es crear esa cultura que ya hay en otros países como en Canadá, donde los medios son infinitos. Así los patinadores españoles podrían crecer sin necesidad de irse fuera como fue mi caso.
¿Es difícil crecer como patinador en España?
No es fácil crecer a ciertos niveles pero la verdad que poco a poco iremos mejorando esa situación. Se pretende que haya más pistas e hielo, conocimientos y recursos.
¿Has tenido que renunciar a algo para llegar a donde has llegado?
Han sido muchas cosas a las que en su día renuncié por irme a cumplir un sueño que se ha hecho realidad. Sabía que para mejorar tenía que marcharme y eso conlleva a estar separado de tu familia y amigos. He echado de menos a mi gente durante muchos momentos. También el clima y la comida que tanto caracteriza a España. Ahora puedo decir que tanto esfuerzo ha merecido la pena.
¿Cómo es tu preparación diaria?
Me suelo levantar a las 9:30 para desayunar tranquilo, hacer las tareas e irme a entrenar desde las 11:30 hasta las 15:00. En total entrenamos tres horas en el hielo y algunos día hacemos trabajo fuera de la pista.
¿Se puede ser profesional y tener vida social?
Quien decide dedicarse al deporte de alto rendimiento inmediatamente sabe que tiene que renunciar a otro tipo de cosas. En mi caso, mi pareja es patinadora y entiende que muchas veces tu tiempo libre lo utilizas para descansar, ya que la temporada es muy exigente, cada vez más. Intento también ver a los amigos, salir a pasear y disfrutar con mi gata en casa.
¿Cómo es el proceso de preparación de una rutina para la competición?
Tengo un equipo con el que elegimos la música, la vestimenta y los pasos de los programas. Cada vez intentamos que sean más completos y llenos de originalidad. El público y los jueces cada año esperan más de ti, sobre todo cuando vienes de ser campeón del mundo y todos los ojos están puestos en ti.
Para los que no sabemos mucho de patinaje, ¿qué valora más el jurado?
Un conjunto de cosas, como el estilo, los elementos, las piruetas, la expresión, la complejidad... El patinaje es difícil de entender y puntuar, pero ahí esta la esencia de nuestro deporte.
¿Qué les dirías a quienes están empezando en este deporte tan minoritario en España?
Que tengan siempre una ilusión y una meta que conseguir. Con esfuerzo, sacrificio y mucho amor propio se puede conseguir.
