Un refugiado sirio porta la antorcha olímpica en Atenas
El refugiado sirio Ibrahim al Hussein ha cumplido este martes el "sueño" de portar la antorcha olímpica, un simbólico gesto con el que ha querido recordar a las millones de personas que huyen de las guerras y la persecución en todo del mundo.
Ante una gran expectación, Al Hussein, de 27 años, ha cubierto uno de los cientos de relevos de una antorcha que, desde el pasado 21 de abril, viaja rumbo a Río de Janeiro para alumbrar los próximos Juegos Olímpicos. Ha portado el fuego en un campo de Atenas donde viven 1.500 solicitantes de asilo. "Soy deportista desde hace 22 años y hoy he cumplido mi sueño de ser parte de los Juegos Olímpicos", ha proclamado Al Hussein, que pese a haber sufrido una amputación parcial durante la guerra continúa practicando natación y baloncesto en silla de ruedas.
El presidente del Comité Olímpico Heleno, Spyros Capralos, ha sido el encargado de darle el relevo al joven sirio y ha descrito este día como "uno de los mejores momentos" de toda su carrera, según un comunicado del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR). "Ibrahim, con esta llama en sus manos, demuestra que podemos tener un mundo mejor para todos nosotros", ha añadido.
"Llevaré la antorcha por mí, pero también por los sirios, por los refugiados de todas partes del mundo, por Grecia, por los deportes, por mis equipos de natación y baloncesto", había adelantado Ibrahim a ACNUR, días antes de este histórico día. "Mi objetivo es no rendirme nunca", proclamó.
Más de un millón de migrantes y refugiados llegaron a Europa en 2015 y las cifras de 2016 se aproximan ya a las 200.000, según datos de la ONU. Los Juegos de Río de Janeiro contarán por primera vez con un equipo de entre cinco y diez refugiados que desfilarán bajo la bandera olímpica en la ceremonia inaugural.