Correa decreta 8 días de luto una semana después del terremoto de Ecuador
Hace justo una semana, la tierra se rebelaba en Ecuador, azotando su costa norte y causando el peor terremoto en tres décadas.
Hoy, cuando queda aún mucho por hacer pero la urgencia ha amainado -queda la destrucción y la muerte, pero no hay esperanzas de encontrar supervivientes- el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, ha decretado ocho días de luto nacional en memoria de las 654 personas reconocidas como fallecidas hasta el momento. El decreto señala que "valiosas vidas" se perdieron por el temblor, que llegó a los 7,8 grados, y muchos habitantes de las zonas afectadas resultaron heridos.
Se decreta el luto, entre otros aspectos, considerando "que debemos comprender la magnitud de las secuelas de dolor provocadas por el desastre y compartir solidariamente estos momentos tristes, con la certeza de que con fuerza, trabajo, solidaridad y con esperanza, superaremos, con el esfuerzo de todos, esta desgracia", dice el decreto.
Agrega, además, que es necesario situar en la memoria social la pérdida, pero también fortalecer la acción colectiva.
El decreto detalla que la bandera nacional permanecerá izada a media asta en todos los edificios públicos y privados, tanto civiles como militares.
MÁS DE 16.000 HERIDOS Y CASI 800 RÉPLICAS
El número de muertos por el terremoto de magnitud 7,8 grados del pasado 16 de abril se elevó a 654 y el de heridos atendidos a 16.601, según informó hoy la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgo en su portal de internet.
De acuerdo a la secretaría, aún están desaparecidas 58 personas y 25.640 se encuentran albergadas.
Un total de 113 personas fueron rescatadas con vida de entre los escombros a los que se redujeron decenas de edificaciones como consecuencia de uno de los peores seísmos de la historia del país andino y del que hasta la tarde de este sábado se habían registrado 788 réplicas.
La secretaría indicó que hay 6.998 inmuebles destruidos y 2.740 afectados, y precisa que 281 escuelas también han quedado afectadas.
El Ejecutivo ecuatoriano ha declarado en situación de emergencia a las provincias de Esmeraldas, Manabí, Santo Domingo de los Tsáchilas, Guayas, Santa Elena y Los Ríos, y en estado de excepción a todo el territorio nacional.
El Gobierno ha impulsado los trabajos para la restitución de servicios básicos para mejorar las condiciones de vida de los afectados y desarrolla ya planes de reconstrucción.