Conde pasa la noche en el calabozo tras 16 horas de registro
El exbanquero Mario Conde abandonó su domicilio de la madrileña calle de Triana en el que ha sido detenido dentro de la denominada Operación Fénix pasada las once de la noche, tras 16 horas de registro. Conde ha pasado la noche en los calabozos con los que cuenta la Guardia Civil en su Comandancia de Tres Cantos, según han informado a Europa Press fuentes de la investigación.
Conde salió de su domicilio detenido por agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil a bordo de un coche de color negro. El ex banquero iba en el asiento trasero del vehículo. Inmediatamente después de él, abandonó la vivienda su hijo Mario Conde en un coche de color blanco.
En el domicilio de la calle de Triana se han incautado de numerosa documentación, tanto en soporte digital como en papel, con la que esperan encontrar nuevas evidencias sobre las actividades de las que se le acusa a él y a los otros siete detenidos, entre ellos sus dos hijos y un yerno.
También han sido arrestadas tres personas que actuaban como testaferros y un abogado que, según las fuentes consultadas, gestionaba las sociedades con las que contaba este entramado familiar para blanquear presuntamente dinero procedente del extranjero, concretamente de Suiza y Reino Unido.
Según las fuentes consultadas el exbanquero movió a España al menos 13 millones de euros en pequeñas cantidades (de unos 3.000 euros) desde 1999, según ha detallado la Fiscalía Anticorrupción. Los investigadores sospechan que ese dinero procede de los fondos apropiados y no encontrados en el caso Banesto.
"NO RECONOCE LO QUE SE ESTÁ DICIENDO"
'Él [Conde] evidentemente no reconoce lo que se está diciendo, pero como no conocemos el procedimiento no le puedo decir. Cuando sea más adelante y se levante el secreto y lo podamos ver ya sabremos algo más", ha señalado su letrado, Ignacio Peláez.
El abogado ha indicado a los medios congregados en la vivienda que tanto el exbanquero como el resto de familiares están "asumiendo" lo sucedido. "Ellos están bien, asumiendo lo que está pasando, evidentemente", ha explicado.
El letrado ha subrayado además que han colaborado en los registros -"no han puesto ningún inconveniente, no se han negado a aportar nada"- llevados a cabo durante 16 horas por agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil.