La Comisión reconoce que las deportaciones masivas de refugiados a Turquía son ilegales
La Comisión Europea (CE) ha reconocido este miércoles que el acuerdo entre la UE y Turquía que los líderes esperan cerrar esta semana no podrá incluir deportaciones colectivas de refugiados ni "devoluciones en caliente" sin que se haya estudiado caso por caso si la persona tiene derecho a asilo, tal y como garantiza de la legislación internacional. Amnistía ha advertido de que estos cambios en el preacuerdo deben ser significativos y no meramente "cosméticos".
"Cada persona tendrá que ser evaluada individualmente", recalcó en rueda de prensa el vicepresidente primero de la Comisión Europea (CE), Frans Timmermans. "No puede haber deportaciones colectivas ni devoluciones en caliente", añadió.
La Convención de Ginebra de 1951 de la que la UE es signataria asegura que los demandantes de asilo cuenten con asesoría legal individualizada y con un intérprete para iniciar su proceso de acogida, e introduce el principio de non-refoulement, es decir, que nadie podrá ser devuelto sin que su caso haya sido evaluado de estas garantías legales. El preacuerdo que firmaron los jefes de Estado y de Gobierno de la UE con su homólogo turco contravenía frontalmente estas normas, como han denunciado las ONG y la ONU, que han tildado el pacto de "ilegal e inmoral".
El político holandés dijo además que el acuerdo con Turquía deberá tener carácter "temporal y extraordinario" y que solo se podrán realizar deportaciones si se respeta el marco legal europeo e internacional en materia de asilo, como realizar entrevistas individuales y dar a la persona el derecho a apelar.
El vicepresidente primero no pudo precisar, no obstante, si mientras se decide sobre su caso estas personas serán deportadas o podrán permanecer en Grecia.
Algunos corresponsales en Bruselas han criticado la poca claridad del representante de la Comisión en su comparecencia ante la prensa. Pablo Rodríguez, de El Mundo, señalaba en Twitter lo "decepcionante" que ha sido Timmermans. "No está diciendo nada en varios idiomas", decía irónico. Idafe Martín, corresponsal de Clarín, El Tiempo y El Comercio, lo contaba así:
TURQUÍA COMO PAÍS SEGURO
A pesar de reconocer que no se puede devolver masivamente a los demandantes de asilo, y en el marco de esa confusión que señalaban los corresponsales, Timmermans apuntó a que la legislación comunitaria prevé procesos acelerados de tramitación siempre que el Estado al que se reenvíe a los refugiados sea un "tercer país seguro" que respete las leyes internacionales y no discrimine.
En el caso particular de Turquía, Timmermans consideró que se necesitará cambiar algunos aspectos de su legislación nacional para ajustarse a esa definición y aseguró que la UE está dispuesta a ayudar al país en esta cuestión.
Aquí es donde John Dalhuisen, director para Europa y Asia Central de Amnistía Internacional, ve el mayor problema para que lo que ha considerado "una mejora" al rechazar las deportaciones masivas, se quede en un "cambio cosmético". Turquía, defiende la organización, no puede considerarse un país seguro, "porque sencillamente no es seguro para nadie, incluyendo a los refugiados".
"En realidad, la esencia de este acuerdo no ha cambiado. Estos paños calientes no esconderán el cargo de conciencia de Europa si comienzan ya las devoluciones de refugiados a gran escala".
TRUEQUE DE REFUGIADOS
En cuanto al mecanismo que han bautizado como "uno por uno" -según el cual por cada sirio deportado a Turquía, la UE acogerá a un sirio en su territorio- Timmermans dijo que puede ser implementado en el marco de las medidas de reubicación y reasentamiento de la UE puesto que quedan aún 54.000 y 18.000 plazas, respectivamente, aunque hará falta una decisión del Consejo europeo para ello. Hasta ahora, los Estados miembros han recibido en su territorio a 937 demandantes de asilo de los 160.000 que se comprometieron a reubicar desde Grecia e Italia.
Una vez que acabe este mecanismo "uno por uno", no podrá pasarse a otro "nadie por nadie" puesto que habrá que seguir apoyando a los socios turcos, dijo.
Para Amnistía, "ofrecer el reasentamiento de refugiados en base a cuántos estén preparados para jugarse la vida es sencillamente equivocado. La UE debería estar organizando ya el reasentamiento a gran escala desde Turquía, y no esperar a que Turquía cumpla con los estándares de protección internacional o que declare cínicamente que ya lo ha hecho", ha criticado Dalhuisen.
En cuanto a la liberalización de visados, otro de los escollos del acuerdo, al que Chipre se niega por sus tensiones territoriales con Turquía, Timmermans señaló que todo depende de lo rápido que cumpla Turquía los 72 requisitos que tiene pendientes. En un principio la cumbre señaló junio como fecha para que esto ocurra, pero parece difícil que en apenas dos o tres meses lo consiga.
Sobre la apertura de capítulos del proceso de adhesión del país a la UE, el representante de la Comisión sostuvo que puede ser una vía de garantizar que ese Estado avance hacia el respeto a los derechos humanos y la libertad de prensa o judicial.