La tradición católica de no pactar
El rey Felipe VI inicia la ronda de consultas para encargar la formación de gobierno, mientras las formaciones políticas siguen dándole vueltas a posibles pactos que no acaba de llegar. El problema, al parecer, es una cuestión de tradición...
Una cuestión cultural que habríamos heredado de los árabes, según nos devela esta mañana John Carlin en su columna semanal, "El factor humano", en El País, y que titula "Una palabra elemental que no existe en español". Tampoco en árabe, como recuerda el periodista. Se trata del vocablo inglés "compromise”, que tiene un vocablo más generoso que "pactar", ya que implica un acuerdo en el cada parte haga concesiones.
Y esto parece imposible en un país, España, en el que la Iglesia Católica "ha dejado hábitos mentales absolutistas". Carlin recuerda, de hecho, una conversación con un madrileño sobre un determinado grupo de compañeros en la dirección de su empresa. "No lo soporto", le dijo, "siempre quieren pactar. ¡Es que no tienen principios!".
Y no será por falta de propuestas, porque esta mañana aparecen otras encima de la mesa...
"Podemos pide al PSOE que ceda diputados a cambio de un pacto", explica El País a partir de una tribuna de Mónica Oltra en la que la líder de Compromís propone a Pedro Sánchez que les ceda un diputado para formar cuatro grupos y después hablar de gobierno.
En el PSOE, en el mismo diario, descartan ese compromiso, y su secretario general sigue en su estrategia: "Urge a tender puentes con Cataluña", asegura La Vanguardia, mientras que La Razón cree saber que "los barones presionan a Sánchez para que no intente una investidura".
En el otro lado, El Mundo desvela que "el PP se abre a negociar con el PSOE la reforma laboral. Aceptaría también hablar de la ley mordaza y la educación". El problema, señalan, es que no hay nadie al otro lado. Motivo: "El PP es el leproso de la piscina", explica Raúl del Pozo, con el que nadie quiere pactar.
Con este panorama, el rey abre su ronda de consultas, que algunos articulistas ya dan por amortizada...
"Si no les gusta el teatro, no vean esta semana los telediarios", aconseja en su columna de ABC Ignacio Camacho, para quien ni siquiera "habrá desenlace de ingeniería política diseñado en Zarzuela. El 'Monti a la española' es una fórmula republicana, sólo al alcance de Jefes de Estado con márgenes de maniobra que la Constitución no concede a la Corona".
El Correo, sin embargo, no pierde la moral, y considera que Felipe VI, más allá del protocolo, puede "infundir cierta propensión a la negociación y al pacto". "La última opción", señala por su parte La Vanguardia, "es convocar elecciones para primavera". Una opción que nadie desea porque alargaría la provisionalidad de un gobierno que no puede acometer las reformas más urgentes y necesarias "y resolver con diálogo el contencioso catalán".
Ambos asuntos, sin embargo, están en el punto de mira del Gobierno en funciones, si nos atenemos a la apertura de Cinco Días...
"Más ajustes en Cataluña. Hacienda exigirá medidas adicionales para reducir el déficit público". Mientras, "Puigdemont se ve presionado por la CUP, que defiende un presupuesto 'expansivo". No en vano, como señala El Periódico, la brecha social se amplía en Barcelona: "La renta de una familia del barrio más rico es ya siete veces superior a la del más pobre".
El caso, como nos vuelve a recordar Joaquín Estefanía en El País, es que España ha incumplido el déficit los últimos ocho años y lo volverá a incumplir", así que habrá tensiones con Bruselas", augura. Nada bueno para los ciudadanos, a los que se les ha prometido muchas cosas que no se olvidan con facilidad. Gobierne quien gobierne, "habrá de tocar a la puerta de la Comisión Europea y pedir árnica".
Y eso que la coyuntura internacional no es tan negativa para España, que se beneficia, por ejemplo, del inicio del levantamiento de las sanciones a Irán...
Por dos motivos, que sintetiza ABC en su primera: "El deshielo con Irán augura una caída histórica del (precio) petróleo" y, además, "el régimen de Teherán propone a España intercambiar barriles por una refinería". España puede jugar un papel destacado en despejar los recelos hacia Teherán, recuerda El Mundo, "puesto que a nuestro país la ONU ha encomendado la función de facilitadora del acuerdo, lo que conlleva la verificación y vigilancia de los compromisos adquiridos".
El País estima que el paso dado este fin de semana "refleja el éxito provisional de un acuerdo nuclear" y espera que "el beneficio económico... debería alcanzar a toda la población y no sólo a la élite religiosa-militar que dirige el país". Además, "sería bueno que sus dirigentes cambiaran ya su agresiva retórica y la obsesión recurrente con Israel y Estados Unidos".
Y el tuit de ésta mañana es una guía para no perderse...
En las diferentes posibilidades de coalición de gobierno desde el punto de vista numérico tras el 20-D. Carles Castro, en La Vanguardia, añade a ese "juego de escaños" los inconvenientes políticos que conlleva cada una de ellas.