Informe braga: ¿por qué ya no compramos tangas?
Las señales de alarma comenzaron hace unos meses en Estados Unidos donde, según la consultora NPD Group, las ventas de tangas caían un 7%. Cada vez más chicas jóvenes pasaban de largo por las estanterías de ropa interior sofisticada y, poco a poco, los cajones se vaciaban de tangas e incómodos sujetadores con relleno y aros para dar paso a braguitas de algodón y bras sencillos y confortables.
El fenómeno, por supuesto, ha llegado a España, donde las ventas de tangas han caído un 4% en firmas líderes como Women’secret. "Es una tendencia global. Sencillamente, el tanga ya no está de moda. La mujer española se preocupa más por la comodidad en su lencería diaria", explica Fernando Maudo, director general de Vente-privee.com en nuestro país.
Entonces, ¿qué queremos ahora? Desde Women’secret aprecian un gran cambio en los gustos de la mujer actual: "Hay más demanda de braguitas brasileñas (un 6% más) y braguitas anchas brasileñas (un 9%)". Es decir: ya no queremos tangas incómodos porque el avance en las técnicas de fabricación de lencería nos permite llevar prendas cómodas que no pierden sensualidad. Maudo añade: "La sencillez no es sinónimo de feo o falta de coquetería. La ropa interior que se vende más ahora en España es una lencería cuidada, con detalles naíf o bien en tonos neutros y clásicos. Se lleva la insinuación, la ingenuidad".
Así las cosas, unas braguitas de algodón (esas que antes eran consideradas de batalla) se convierten en el nuevo objeto de deseo. Todo ello enmarcado en un concepto que, si bien parte de premisas feministas tiene una vertiente más práctica y funcional. Del mismo modo que los tangas, los sujetadores del momento se liberan de relleno y aros, funcionando como una segunda piel y con formas principalmente triangulares que permiten a la mujer no sentirse encorsetada 18 horas al día.
Adiós, tanga. Por aquí nadie te echará de menos.