Lujo e internet: una pareja predestinada a unirse
El eterno debate sobre si las marcas de lujo deben venderse online tiene los días contados y ya hay un claro vencedor: quienes antes lo asuman, tomen posiciones y pongan en marcha sus tiendas virtuales. El resto saldrán perdiendo.
Cada día se publican más datos que demuestran que el destino de las compras es inevitablemente online y que en el futuro el método offline será cada vez más residual. ¿Por qué? Es cuestión de tiempo y del tamaño del escaparate. Comprar por internet es más rápido y además, gracias al mercado globalizado, es más fácil encontrar el producto que buscamos, o uno similar, incluso de las marcas de lujo más prestigiosas del mundo, en cualquier parte del planeta.
La cuestión principal es que las marcas no deben confundir venta online con pérdida del contacto directo, sino más bien considerarlo como una mera forma de pago, para que el cliente pueda aprovechar mejor su tiempo y encontrar mejores precios para el mismo producto. De esta manera se consigue también mantener fidelidad con nuestra marca y que los clientes no busquen consuelo en otras.
Firmas como Van Cleef & Arpels o Burberry son un claro ejemplo de que lo online no implican deshumanización si está bien utilizado. De hecho, según una encuesta de iVend Retail, solemos encontrar más deshumanización y menos personalización en las tiendas físicas que en sus gemelas online. El estudio se realizó entre 1.000 consumidores en cinco mercados europeos: Reino Unido, Alemania, Francia, Italia y España. Casi la mitad de consultados en el caso de España e Italia (49 %) y hasta un 52 % en el de Reino Unido cree que el servicio es igual en modo online y offline.
Por otro lado, está el ejemplo de Amazon, que lleva tiempo intentando adentrarse en el mercado del lujo y conquistar a sus marcas con diferentes acciones. El gigante online es el patrocinador oficial de la Fashion Week de la India y lo fue también de la Semana de la Moda en Nueva York. Según sus datos internos, el 70% de los consumidores de mayor poder adquisitivo compraron en Amazon durante los últimos 12 meses.
A esto se suma que en marzo se filtró la noticia de que estaba en conversaciones para comprar Net-A-Porter, lo que la colocaría en el liderato del comercio online de lujo, aunque finalmente no fue así. Richemont, propietaria del Marketplace londinense, lo rechazó al estar planteándose sacarla a bolsa.
Otro dato que respalda que la consolidación del mercado offline como ideal para la interacción y el online para la venta lo aportó recientemente Francisco Trigueros Romero, consultor especializado en lujo de América Latina y CEO de Magnates World: "Hay que tener en cuenta el boom de compradores chinos a través de las plataformas online, tanto nacionales como extranjeras, que deja en ridículo las cifras de ventas de los mercados occidentales mayormente decantados por la venta offline. El Single's Day celebrado el pasado 11 de noviembre por la web Alibaba superó todos los récords alcanzando los 13.300 millones de euros en un solo día, en una tendencia de crecimiento claramente exponencial".
El segundo dato a considerar sería el boom del Internet de las Cosas (IoT), previsto para 2020. En cinco años se estima que habrá más de 30.000 millones de dispositivos inalámbricos conectados, de los cuales 7.300 millones serán dispositivos personales, en una población mundial que recién habrá sobrepasado los 8.000 millones de habitantes. "Por lo tanto —asegura Francisco Trigueros— no realizar ventas online en 2020 significará estar perdiendo ingentes cantidades de dinero frente a las marcas de lujo que sí lo hagan”.
En definitiva, podríamos seguir aportando multitud de datos sobre cómo el comercio electrónico está ganando terreno día a día, ya sea por la agilidad de sus procesos, como por las facilidades de pago y entrega. Sin embargo, en el sentido contrario no se producen ningún tipo de noticias alentadoras. El desenlace final es, cuando menos, obvio.
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