Rusia se defiende y asegura que los bombardeos contra yihadistas se coordinan con Al Assad
Los objetivos de los ataques aéreos rusos contra las posiciones de los yihadistas en Siria se deciden en coordinación con el Ministerio de Defensa sirio, según ha asegurado este jueves el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. "Los objetivos se determinan en coordinación con el Ministerio de Defensa sirio", ha dicho Peskov tras garantizar que los ataques de la aviación rusa se dirigen exclusivamente contra grupos extremistas.
De este modo ha respondido así a las acusaciones de la oposición moderada siria acerca de que los primeros bombardeos rusos mataron este miércoles a más una treintena de civiles en territorios donde no tienen presencia los yihadistas. "Hay que tener mucho cuidado con todas las informaciones que aparecen ahora mismo, porque muchas veces son tergiversadas y falsas", ha subrayado Peskov.
Así, ha asegurado no haber encontrado las declaraciones del embajador de Arabia Saudí ante la ONU, Abdallah Al-Mouallimi, que según medios internacionales acusó el miércoles a Moscú de haber matado a civiles inocentes al bombardear zonas en la provincia siria de Homs y exigió el cese de los ataques aéreos rusos.
"No he encontrado esas exigencias ni sus palabras entrecomilladas. Ningún medio de comunicación da esas declaraciones entrecomilladas, por lo que no puedo responder" sobre este asunto, se ha defendido el portavoz del Kremlin. Al mismo tiempo, ha agregado que "todavía es muy pronto" para valorar las primeras acciones militares rusas en el país árabe.
Rusia ha informado de que sus aviones de guerra efectuaron el miércoles ocho ataques contra objetivos del Estado Islámico (EI) en Siria, pero ha negado daños colaterales entre la población civil.
Captura del vídeo en el que se muestra el bombardeo aéreo ruso en Hmeymim, Siria
Previamente, el presidente de la opositora Coalición Nacional Siria, Jaled Joya, había asegurado que los bombardeos rusos en el norte de la provincia siria de Homs causaron la muerte de 36 civiles.
El Senado de Rusia autorizó el pasado miércoles el uso de las fuerzas aéreas rusas en Siria a solicitud del presidente ruso, Vladímir Putin, quien por su parte había recibido una petición de ayuda militar por escrito del líder sirio, Bashar al Assad.
En su primera intervención ante la Asamblea General de la ONU tras diez años de ausencia, Putin consideró este lunes un "grave error" no ayudar a Asad en su lucha contra los yihadistas.