Las consecuencias de la última 'gran' jugada de Florentino Pérez
El culebrón de la portería del Real Madrid emitió un último capítulo apoteósico. Sus 24 horas de suspense fueron finiquitadas con una magistral tragicomedia de medianoche. Tal fue el éxito que su creador, Florentino Pérez, amagó con una entrega extra, pero los precedentes no invitaban al optimismo y tiró la toalla.
Esta es la historia del no fichaje de David De Gea por el Real Madrid, cuyo presidente ha expuesto al club a un ridículo que salpica al mismísimo Jorge Mendes, siempre en el medio de la negociación. Tres meses 'traficando' con porteros para que al final todo se vaya al garete por un contrato que llegó tarde. Ahora se culpan unos a otros. El Manchester dice que recibió "cambios sustanciales en la documentación" que "pusieron en riesgo" el acuerdo y el Madrid que hizo "todo lo posible", pero que los ingleses no estuvieron a la altura. Y qué más da. Fue Florentino quien se metió en un callejón sin salida de forma gratuita.
Cuando Iker Casillas se marchó parecía que el Madrid pasaba página, pero muchos se preguntaban si era tan malo como para pagarle por jugar fuera. Esa misma pregunta se la hacían este lunes con Keylor Navas. ¿Tanta es la diferencia entre él y De Gea como para gastarse 30 millones en alguien que puede venir gratis dentro de un año? Incluso, después de su exhibición ante el Betis, los había que iban más allá. ¿Mejora en algo al costarricense? La operación ya no solo era inexplicable, sino también impopular.
La situación al cierre del mercado era tan sonrojante que el instinto llevó al club a regatear con los minutos y a plantearse un recurso ante la Liga de Fútbol Profesional (LFP) y la FIFA. Al fin y al cabo, el primer impulso siempre es la revisión de examen. Pero no había que tirar mucho de hemeroteca para darse cuenta de que no había nada que hacer. Hace justo un año, Bryan Ruiz se quedó sin jugar en el Levante por 120 segundos. Recurrió y perdió. ¿Por qué iba a ser diferente esta vez?
De Gea llega cabizbajo a la concentración con la selección / AFP
De Gea, que se ha incorporado este martes a la concentración de la selección, tendrá que ganarse el indulto de Van Gaal mientras Rafa Benítez, en Madrid, se comerá el pastel de motivar a un guardameta que ha sido tratado descaradamente como mercancía. El Madrid estaba dispuesto a deshacerse de una de las estrellas del último Mundial, por la que pagó su cláusula de diez millones, sin tan siquiera probarlo. Él lo sabía desde que volvió de vacaciones. El Madrid había dado su palabra al heredero natural de Iker.
La jugada maestra de Florentino Pérez se salda con un excapitán e icono del club jugando en el Oporto mientras el Madrid paga dos tercios de su ficha (7 millones), con un portero titular que sabe que no le quieren y con un pobre diablo (nunca mejor dicho) repudiado a partes iguales por Old Trafford y el Calderón que se ha jugado 'su' Eurocopa por cumplir un sueño incluso perdiendo dinero.
Mientras pasa el trago, el presidente tendrá aguantar la interminable colección de chistes que ha desencadenado en la Red.