Cameron y Hollande acuerdan abordar la inmigración ilegal en el eurotúnel
Las naciones desarrolladas tienen una deuda pendiente con la inmigración económica y con los refugiados. Su enfoque para evitar las oleadas de extranjeros desesperados se centra en lo policial, más que en lo social. En poner paños calientes cuanto llega una crisis, y no en ir al origen y resolver el problema. Y, por muchos años que pasen, parece que no hay cambios en esa limitada visión del problema.
Francia y Reino Unido acaban de dar una buena muestra de ello, de nuevo. El primer ministro británico, David Cameron, y el presidente francés, François Hollande, han acordado hoy abordar la crisis desatada en el puerto francés de Calais por los intentos de decenas de personas de llegar a Inglaterra a través del eurotúnel con medidas muy claras: más perros adiestrados, más vallas y más agentes.
Cameron telefoneó anoche al mandatario galo, con el que analizó la situación en Calais y en particular en la terminal de Coquelles, donde cada noche numerosos inmigrantes intentan entrar en el túnel que une Francia e Inglaterra por debajo del canal de La Mancha, se indica en un comunicado de Downing Street.
Los dos líderes expresaron su preocupación por los actuales "retos de seguridad" y reiteraron su compromiso de "seguir trabajando juntos para abordar los problemas que plantea la inmigración ilegal". Ninguno de los dos usa la palabra "refugiados", cuando la propia Unión Europea ha reconocido que el 80% de las personas extranjeras que llegan a los Veintiocho son "potenciales beneficiarios" de este estatus de protección.
Los dos líderes acordaron también colaborar con la concesionaria Eurotunnel, que opera las conexiones ferroviarias en el canal, para vigilar la zona mientras que funcionarios de franceses y británicos analizarán en los próximos días más medidas para mejorar la situación.
Cameron sostiene que Reino Unido enviará "más perros adiestrados, más vallas y más asistencia" para reforzar la seguridad en Calais, donde más de 3.500 inmigrantes indocumentados han tratado en la última semana de entrar al túnel para llegar a Inglaterra.
UNA SITUACIÓN "INACEPTABLE"
El primer ministro conservador, muy presionado por los condados y sectores económicos afectados, declaró que la situación en Calais es "inaceptable" y reconoció que se debe "trabajar más a fondo" para solucionarla, aunque admitió que puede alargarse durante el verano.
"Al otro lado de la frontera hay gente que está intentando entrar en este país de forma ilegal, y aquí, en el Reino Unido, tenemos a conductores y veraneantes sufriendo las consecuencias", agregó.
El Gobierno francés ha enviado 120 agentes de policía para reforzar la seguridad en la zona, mientras que Londres ha anunciado la inversión de 7 millones de libras (unos 10 millones de euros) en la construcción de un área de protección para camiones con destino al Reino Unido y la erección en Coquelles de una valla de seguridad más fuerte que la actual.
Y UN MURO EN HUNGRÍA
La venda en los ojos también la tiene Hungría. Su Ejecutivo espera completar una valla de cuatro metros de alto a lo largo de su frontera con Serbia para noviembre, con el objetivo de detener el flujo de cientos de miles de inmigrantes, según ha informado Antal Rogan, un diputado del partido gobernante Fidesz.
Hungría forma parte de la zona Schengen de la Unión Europea en la que los ciudadanos pueden viajar de un país a otro sin necesidad de visado, lo que la hace atractiva para aquellos foráneos que desean cruzar a Europa través de los Balcanes. Se han registrado más de 80.000 de estos casos en lo que va de 2015, comparado con los 43.000 del año anterior. La mayoría de ellos son pobres o vienen de países en guerra como Siria, Afganistán o Irak.
La cifra de quienes intentan alcanzar Europa a través de Hungría podría ir de los 200.000 a los 300.000 este año, ha informado Rogan según la entrevista publicada este viernes por el diario Magyar Hirlap. "Por tanto, está más que justificado completar la verja a lo largo de la frontera serbo-húngara tan pronto como sea posible, para noviembre", ha añadido el diputado.
Para justificar esta valla, el Gobierno ha dicho que hay una "relación directa" entre la inmigración y el aumento de la amenaza terrorista en el país.