¿Cuáles son los países más igualitarios de Europa? (MAPA)
Si hay algo que tienen en común en todos los países de Europa las personas LGTBI (lesbianas, gais, transexuales, bisexuales e intersexuales) es la vulnerabilidad. "Da igual que vivas en Ámsterdam o en Bratislava", como explica Evelyne Paradis, directora ejecutiva de la asociación ILGA-Europe. Vulnerabilidad en la escuela, en la calle y hasta en casa. Y si eres transexual, ración doble de riesgo de sufrir violencia en todas partes, según Paradis.
Sobre ese sustrato, la situación de los derechos LGTBI es de un profundo contraste que va en aumento. En un extremo, un grupo de países que avanza rápidamente hacia su reconocimiento, desde un punto de vista legal y político, pero sobre todo, social. En el otro, un retroceso en muchos estados, con situaciones peores que hace cinco años. Una parte importante se centra en Rusia y sus países satélites (Ucrania, Letonia, Lituania, Hungría, etc.), donde hay problemas básicos de seguridad. Pero no solo.
"En la UE vemos una oposición muy organizada, capaz de movilizar a mucha gente", dice preocupada Paradis. Mientras en Irlanda se celebraba el referéndum sobre el matrimonio igualitario, en otros lugares se ha visto un aumento de la homofobia con plebiscitos orientados a vetarlo, como en Eslovaquia y Croacia. Y en países abanderados de la libertad y la igualdad, como Francia, la ley del matrimonio igualitario ha llegado acompañada de "un enorme retroceso social" que se ha hecho patente con las grandes manifestaciones contra la el cambio de legislación, según la directora de ILGA-Europe.
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Cartografía de los derechos de las personas LGTBI en Europa, con una nota media de acuerdo a distintos indicadores, como el nivel de igualdad y no discriminación, familia, libertad de reunión, etc.
ATLAS DE LOS DERECHOS EN EUROPA
El mapa de Rainbow Europe -arriba- solo refleja la situación legislativa, pero una buena puntuación no significa que la actitud social y el día a día vayan de la mano, advierte Paradis. Uno de los países que mejor puntuación saca, un punto verde en el Mediterráneo que casi no se percibe pero que está marcando el buen camino, es Malta. En poco tiempo se ha producido un vuelco: "Ha pasado de ser un país que bloqueaba todo en los derechos LGTBI, a ser uno que adopta leyes modélicas", como la que reconoce los derechos de los transexuales e intersexuales. Además, está aprobando medidas que aseguren que estas iniciativas se traduzcan en un cambio real, por ejemplo con una reforma educativa, para que la transformación comience en las aulas.
A otros países los damos por hecho, como los Países Bajos, el primero en legalizar el matrimonio homosexual, o sus vecinos escandinavos, pero llegan tarde a otros asuntos vitales. "Se han demorado mucho tiempo en empezar a considerar los derechos de los transexuales y solo ahora comienzan a adoptar algunas políticas para los adolescentes".
España, con quien ILGA-Europe reconoce no tener mucho contacto, estaría en otro grupo: el de los que consiguen un cambio rápidamente pero corren el riesgo de pensar que el trabajo ya está hecho. La situación, señala sin embargo la dirigente de la organización, es "bastante buena", aunque ha habido presiones por el cambio de Gobierno y, como ocurre también en Francia o Alemania, la situación en pequeñas ciudades y el mundo rural dista mucho de ser aceptable.
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Detalle de los indicadores que computan en el porcentaje final clasificatorio del país en relación al reconocimiento de los derechos de las personas LGTBI.
QUÉ HACE LA UE POR LOS DERECHOS LGTBI
Paradis tiene una respuesta mixta sobre las acciones de la Unión Europa para garantizar los derechos LGTBI. "Si miras qué hace la Unión Europea en su política exterior, está haciendo un buen trabajo", explica. La UE tiene bastante poder en las negociaciones con los países candidatos a adherirse a la Unión, a los que exige cambios políticos y legislativos, y las instituciones son muy activas al vigilar que las marchas del Orgullo sean respetadas y protegidas. De puertas para adentro, la situación es otra. "En los últimos cinco años, mientras la UE ha enviado mensajes muy fuertes cuando se prohibían las marchas del Orgullo o cuando ha habido riesgo de violencia en Belgrado (Serbia), por ejemplo, no reacciona igual cuando ocurre lo mismo en Riga (Letonia) o Vilna (Lituania)".
Además, los Estados miembro tienen bloqueada desde hace ocho años una Directiva para extender la protección contra la discriminación en educación, acceso a la salud, etc., -no solo para LGTB, sino para personas con discapacidad o VIH-. También "hay organizaciones que piden a la Comisión Europea que adopte un plan de acción o estrategia eficaz que traiga coherencia y permita aprovechar al máximo lo que la UE puede ofrecer, pero hay mucha reluctancia a comprometerse en las violaciones de los derechos fundamentales en la Unión".
Los países miembro, con el empuje de la UE y Malta como modelo, deberían poner todo su empeño en la educación, para cambiar la mentalidad y las actitudes en el largo plazo, dice Paradis. "Cuanto antes lo hagamos, antes tendrá un impacto en el futuro de todo lo demás". Para empezar, la vulnerabilidad.