15M: de las plazas a los escaños
El 15 de mayo de 2011, miles de personas, en su mayoría jóvenes, se echaron a las calles de Madrid para reclamar su protagonismo ciudadano. Una semana después, aquella manifestación se tornó en la mayor protesta social de las últimas décadas, con una acampada en la Puerta del Sol de la capital que duró 28 días.
Cuando se desmontaron las últimas tiendas de campaña, muchos pensaron que el movimiento quedaría en nada. Más aún después de que el PP hubiera barrido en las elecciones autonómicas y municipales que se celebraron aquel mes de mayo.
Sin embargo, el discurso de aquellas movilizaciones ha ido resonando como un eco a través de los movimientos sociales y ha calado en el imaginario colectivo hasta alcanzar los programas electorales de la mayoría de los partidos que se presentaban a los comicios, muy especialmente, en el tema de los desahucios.
"Es el resultado de ese nuevo discurso que se fue creando desde las plazas, que se situó como hegemónico, que rearticuló el campo de lo político y que obligó a sus actores a situarse alrededor", explica a El Hufffington Post Rita Maestre, que pasó de formar parte de Juventud Sin Futuro, una de las organizaciones convocantes de la manifestación que originó el 15M, a ser diputada electa de Ahora Madrid, una de las candidaturas de unidad popular que más éxito cosechó en las municipales.
También hizo el mismo tránsito desde Juventud Sin Futuro Pablo Padilla, diputado electo de Podemos en la Comunidad de Madrid, quien ve los resultados de las elecciones como "una victoria del 15M" y cree que es "un elemento muy positivo para la sociedad española que los partidos tradicionales se tengan que vestir de 15M para ser mínimamente dignos de cara a la ciudadanía".
"El 15M se respira en los poros de las candidaturas de más éxito", confirma Fabio Gándara, quien fuera una de las caras más visibles del movimiento durante los días de la acampada. "Han triunfado las campañas que han trabajado a la manera del 15M: con la ciudadanía, enamorando con trato cercano, con palabras de tú a tú, permitiendo a la gente aportar, compartir y colaborar", añade.
El propio Gándara, en un artículo escrito en El Huffington Post, afirmaba que "ese 15M que muchos daban por muerto, finalmente se ha revelado como la semilla clave del cambio político en nuestro país". Y agregaba: "es apasionante lo que nos espera". ¿Y qué nos espera? "Una forma distinta de hacer política, más cercana a los ciudadanos, con vías de participación y cauces de diálogo constante y directo, no cada cuatro años", responde.
Maestre considera que el 15M marcó "un antes y un después en democracia" y que las elecciones del pasado 24 de mayo fueron un "triunfo" del movimiento. "Rompió con el imaginario colectivo anterior para construir uno nuevo en el que son otras las palabras y las preocupaciones se acercan más a las de la ciudadanía. Si no es por aquel punto de inflexión, no habría existido Podemos, ni los resultados de estas elecciones", reflexiona.
EL TRÁNSITO A LO INSTITUCIONAL
Tanto ella como Padilla han vivido el tránsito de la participación social a la participación política, aunque Maestre prefiere no diferenciar ambos aspectos "porque el 15M también era participación política". "De la misma forma que el lugar en el que había que estar en 2011 eran las plazas, las asambleas y los colectivos, ahora entiendo que, sin que eso deje de existir, hay otro lugar desde el que intervenir, que es el espacio institucional, donde por fin poder hacer política para la gente", explica.
"Mi yo de hace cuatro años no pensaba igual que mi yo de ahora", reconoce Padilla recordando su etapa en el 15M. "En verano de 2014, cuando surge el germen de Ganemos Madrid, que se llamaba Municipalia, entendí que venía un ciclo electoral y me apetecía aportar lo que había aprendido a lo largo de mi trayectoria como activista", añade el joven diputado.
A Maestre el tránsito le pilla "dentro de ese grupo de la Complutense" y participa "casi desde el principio" en Podemos, donde participa del Consejo Ciudadano de Madrid. Como parte de Ahora Madrid, sabe lo que es participar en una candidatura de unidad popular y hacerlo en un partido al modo tradicional.
"Hay diferencias en la forma de funcionamiento y de organización, porque en Ahora Madrid hay gente de lugares distintos que nos tenemos que poner de acuerdo. Pero es un esfuerzo rico, que fomenta que salgan las mejores ideas. Es como volver a militar en las asambleas de la universidad", asegura.
¿TRIUNFÓ LA UNIDAD POPULAR SOBRE PODEMOS?
Con los resultados en la mano, estas candidaturas de unidad popular, que aglutinan a integrantes de diversos partidos de izquierdas, entre ellos de Podemos, tuvieron un gran éxito en localidades como Madrid, Barcelona, Zaragoza, Santiago, A Coruña y Cádiz. Éxito que no replicó Podemos, especialmente en la capital, donde Ahora Madrid duplicó los apoyos de la formación de Pablo Iglesias.
"Son claves los procesos de confluencia. En el 15M vimos que la gente quería nuevas propuestas y evitar sectarismos, consignas y libros de cabecera. Teníamos claro que sólo se podía plantar cara con la confluencia y la unidad ciudadana", indica Gándara sobre este asunto.
"Podemos tiene cosas positivas, pero también una tendencia a encerrarse en su núcleo duro y a acabar con un grupo de dirigentes cerrado. Es una opción bonita e interesante, pero ellos solos no pueden impulsar el movimiento de cambio, hay que unirse a otros ciudadanos, movimientos y partidos que piensen igual", considera Gándara, quien cree que "la unidad popular es la respuesta que hay que dar".
(Rita Maestre, durante la noche electoral)
No está muy de acuerdo Padilla, quien cree que "no se pueden desvincular las candidaturas de unidad popular al soporte que les da Podemos" y que se están haciendo lecturas "excesivamente rápidas" con "recetas apresuradas". "Creo que, a priori, no es necesario una candidatura unitaria para las generales, pero sí que todas las fuerzas del cambio tenemos que estar en permanente contacto de cara a la estrategia para noviembre", añade.
Maestre, que ve los toros desde el lado de la unidad popular, coincide con Padilla en que es pronto para aventurar si un proceso similar al municipal tendría éxito a nivel nacional. "El espacio municipal es particularmente sensible y permite más que otros espacios para ponerse de acuerdo. No veo eso a nivel nacional, aunque la experiencia de las elecciones deja claro que el encuentro es positivo", explica.
Habrá que ver si el tiempo les da la razón o se la quita. De momento, acertaron al hacer caso a quienes les pedían que se presentaran a las elecciones. "Les hemos demostrado que estaban muy equivocados", indica Padilla. "Lo hicimos y nos ha salido muy bien", agrega Maestre. "En aquel momento era un ataque, pero muchos sabíamos que esto iba para largo y que los cambios, aunque van despacio, van", remata Gándara.