¿Se puede ser DJ y vivir de día? La experiencia de tres músicos que viven de noche
Algunos tienen sueldos millonarios, cobran hasta 300.000 euros por sesión (los más afortunados) y viajan en primera clase por todo el mundo haciendo que miles de personas bailen al ritmo de la música que pinchan. Pero muchos de ellos también tienen sueldos más o menos normales y pasan las noches en lo que es, al fin y al cabo, un trabajo nocturno, con sus ventajas e inconvenientes.
Durante la séptima edición del Festival Ron Barceló Desalia, celebrado el 28 de febrero de 2015, media docena de importantes DJs de la escena nacional se dieron cita en la reserva natural de Cabeza de Toro, en Punta Cana. Charlando con ellos, confiesan que la vida nocturna puede ser divertida, sí, pero también dura. El dúo malagueño Les Castizos y los DJs Albert Neve y Abel Ramos explican que seguir una rutina es complicado de compatibilizar con una vida de noche... pero posible.
COMO UN FUTBOLISTA
Les Castizos son el nuevo dúo de moda de las noches españolas, y en Desalia fueron de los que más se integraron en la fiesta. De hecho, cerraron el show y acabaron lanzándose al público. Pero también saben que la parte previa a esa fiesta es fundamental. Ellos parten de que sí, son disc jockeys, pero necesitan un descanso: "También somos personas". La preparación para ellos es la clave: "como un futbolista antes de un partido importante: juegas una hora y media, pero necesitas una preparación diaria: tu música, tus ensayos..."
Les Castizos, pinchando en el festival Desalia
DESCANSO: DORMIR TODO LO POSIBLE
Les Castizos tienen muchas sesiones estos meses, "entre cuatro y cinco por semana", por lo que el descanso es fundamental. "Todos los ratos de siesta son buenos", relatan. "Si tocamos a las cuatro de la mañana y tenemos una cena antes, intentamos estar acostados hasta las dos, aunque sea un par de horas. Para que el cuerpo pueda descansar", relatan. Ninguna siesta sobra, por pequeña o tardía que sea.
ADAPTARSE O MORIR
Abel Ramos es uno de los más veteranos del festival. Lleva 25 años en la escena y pincha por medio mundo. "Yo soy un poco como los vampiros, que van viendo todos los siglos. Cuando yo empecé esto era una movida totalmente diferente. Soy un new old school", ríe, reconociendo que aunque es de la vieja escuela se adapta a los nuevos tiempos. "Es que aquí o te adaptas o...", deja caer. Es algo que remacha: ha visto pasar muchos estilos y tiempos, pero si se quiere seguir en la brecha y mantenerse en un mundo complicado como el de la noche hay que adaptarse a lo que va surgiendo.
RUTINA, RUTINA Y RUTINA
"Yo tengo una vida, una familia. Tengo mi vida totalmente estructurada: me voy por la mañana a mi gimnasio y por la tardes a mi estudio a trabajar mis seis horas diarias como el que va a la fábrica, igual", relata Ramos. Esfuerzo y horas para preparar las sesiones que le han llevado a ser uno de los grandes de la escena nacional e internacional.
Albert Neve lleva años en la escena global y es una de las principales figuras españolas en el mundo de la noche; de hecho, en Desalia pinchó entre Ramos y Axwell^Ingrosso, los cabezas de cartel. Para él, mantener la rutina y llevar una vida lo más normal posible es la clave de un bienestar psicológico. "Todos los días mi rutina habitual es: me levanto, desayuno, me voy al gimnasio, si tengo que hacer algún recado... Porque los DJs también tenemos que arreglar la bañera, las baldosas... Luego como, tengo alguna reunión con alguien y siempre, toda la tarde, al estudio. Y cuando salgo del estudio a lo mejor voy a jugar algún partido de baloncesto, que me encanta".
Abel Ramos, durante las entrevistas del festival Desalia
TENERLO CLARO
Abel Ramos explica que, cuando empezó a estar presente de forma seria en el negocio de la noche, tuvo que pararse a tomar decisiones. "Llevo tantos años, he visto tantas cosas, que al final llega un momento que dices '¿Qué quiero ser, un perdido de la vida o un tío serio?' Y decides ser serio. Este negocio aunque parezca que es una cosa de '¡Ahhh, locura, fiesta, alegría, mujeres!' en realidad no es así. Para mÍ es algo muy serio meterme cuatro horas en una habitación de un hotel a hacer una versión de un tema para pincharla en una fiesta. Son cuatro horas de mi vida metido ahí dentro cuando los demás están en la piscina bañándose. Pinchando, probando, teniendo que venir a la prueba de sonido... La gente lo ve como noche, fiesta, borracheras, mujeres... Mi experiencia es que cada vez eso es menos frecuente", relata antes de preparar su sesión para el festival en Punta Cana.
La profesionalidad es algo que también tiene en cuenta Albert Neve: "Me encerraré toda la tarde, con mi Internet y mi portátil, a preparar toda la sesión de hoy", relata la mañana previa al Desalia. "Y tardo mínimo, mínimo, mínimo seis o siete horas", relata. Prefiere tener música de sobra antes que quedarse corto: "Hago muchas versiones diferentes de distintos temas. Me quiero preparar mucho material diferente, nuevo para usarlo según reaccione el público", relata. "Al fin y al cabo somos psicólogos, y nuestra misión también es esa: ver lo que está sucediendo delante de ti y prever con temas de distancia lo que va a pasar. Es una lucha psicológica entre uno mismo y la pista". La profesionalidad, lo primero.
LA IMPORTANCIA DE LA SERIEDAD
"Si yo llego hoy aquí borracho a hacer la prueba de sonido con dos chatis enganchadas, el promotor va a a ver eso, y eso es lo que vas a transmitir. Y seguramente el año que viene, si hay posibilidad de que te llamen, no te van a llamar, porque has dado una imagen de borracho o de perdido". Así de claro es Abel Ramos, para el que la profesionalidad y ser serio en el trabajo es la clave. Si no es difícil tener una carrera larga y sobrevivir a noches en las que la fiesta puede imponerse al trabajo.
EVITAR EL ALCOHOL
"Tienes que estar totalmente concentrado en lo que haces", explica Ramos, que pone un ejemplo tan gráfico como real. "Imagínate que yo este fin de semana hago una gira normal: vengo de Venezuela, pincho hoy en Colombia y mañana en Miami. Si yo el día de Venezuela salgo agarrado por porteros porque no puedo ni andar, a Colombia llego que no sé ni quién soy, y en Miami lo único que quiero es dormir. Y al final llegas, pinchas porque no te quedan más narices, no transmites nada. Tu música es una mierda y no sabes ni lo que has hecho". Un repaso a la importancia de la citada profesionalidad, que siempre es más si se deja de lado el alcohol.
Albert Neve, en su sesión ante 5.000 personas en el festival Desalia
EL DEPORTE
Tanto Neve como Ramos lo consideran clave en sus rutinas. Para Albert Neve es muy importante el baloncesto: "Me hace olvidarme de todos los problemas y de las presiones. Cuando llegas a un nivel de popularidad, eso se convierte en exigencia, ya no solo la del público sino la propia. Como no tengas una manera de canalizar, una válvula de escape... No sé. Conozco infinidad de compañeros que no han encontrado esa válvula de escape y no han podido continuar".
Abel Ramos también se lleva el deporte a todos lados. Incluso a Punta Cana con sus 30ºC y su agobiante humedad: "De los tres o cuatro días que llevo aquí ya he ido tres al gimnasio. El deporte es muy importante, me llena el alma, como digo yo, me hace sentirme bien conmigo mismo. No quiero ser DJ, no quiero ser esa imagen. Yo subo fotos entrenando a las redes, para que la gente vea que no somos lo que ellos piensan. Creo que eso ya se está consiguiendo".
CUIDAR LA PAREJA Y LA FAMILIA
"Tengo una relación desde hace 16 años con mi mujer. Ella proviene de la noche también y entiende perfectamente lo que significa y los sacrificios que hay que hacer, que son muchísimos", explica Neve, que cuenta que de vez en cuando ella le acompaña y tratan de hacer una escapada juntos. "Se hace duro, muy duro, cuando sales ocho o diez días se hace difícil porque sales de tu rutina, de tu casa, de tu familia... Y los primeros días se pasa mal, luego ya te adaptas".
¿Y los niños? ¿Se puede tener hijos siendo DJs?: "Yo no lo sé porque no los tengo, pero sí me lo planteo", relata Neve. "Aparte en mi círculo de amistades de la música hay bastantes que tienen hijos y sé el sacrificio que supone, no de primera mano pero sí de lo que cuentan ellos. Estoy preparado para cuando pase", confiesa.
¿Y qué hacer cuando toque?: "Llegado el momento escogeré a mi familia, lo tengo claro. Hay muchos ejemplos de grandes nombres de la escena electrónica que han tenido problemas con sus parejas, porque es muy difícil, no lo vamos a negar, pero eso es algo claro desde el primer día: si en algún momento he de escoger entre mi familia y mi sueño yo escogeré a mi familia. Es ventajista porque como en parte [el sueño] está cumplido... Aún hay mucho camino por recorrer y mucha escalera por subir, pero es algo de lo que no dudo."