Jeff Jarvis: "El periodismo en Internet es mejor que el impreso"
Sólo en un momento de la entrevista el profesor, periodista y blogueroJeff Jarvis (EEUU, 1954) interrumpe la conversación para responder a un correo. Esta eminencia del periodismo digital, uno de los gurús más respetados, está en Madrid para participar en una nueva edición del evento Big Tent, que organiza Google. Tiene muy claro dónde están hoy los medios en Internet, qué errores han cometido y qué deberían hacer en el futuro para sobrevivir. "Estamos en un momento estupendo para ser periodista. No paro de decirle a mis alumnos que su responsabilidad es reinventar el periodismo", defiende pese a reconocer que ha errado muchas veces en sus predicciones.
Vengo a la entrevista con un iPad, un iPhone y un portátil... ¿Me he tomado demasiado en serio la idea de que el periodista debe estar siempre conectado?
[Risas] No. De hecho, uno de mis primeros alumnos en la Universidad me acusó de intentar convertir a los periodistas en monstruos de ocho brazos. Yo llevo todo lo que llevas tú, e incluso una cámara. Los periodistas además tenéis que llevar una grabadora de alta calidad. Probablemente el uso de tantos gadgets acabe racionalizándose, pero no va a ser a corto plazo. Yo vivo completamente en la nube, utilizo un teléfono android, una tablet y un Chromebook desde hace un año y medio. Lo compré cuando se me rompió mi portátil Mac y decidí no reemplazarlo.
En 2010 dijiste que te habías comprado un iPad, pero que lo habías devuelto porque no cubría tus necesidades. Cuatro años después, ¿sigues pensando lo mismo?
Me equivoqué. Lo hice yo y también Apple, pero ambos hemos rectificado. Mi crítica inicial partía de que el iPad estaba diseñado sólo para consumir medios. Sin embargo, ahora dispone de aplicaciones muy buenas para crear contenidos o emitir, no sólo para consumir.
No es muy habitual escuchar a un gurú reconocer que se ha equivocado…
[Risas] ¡Me he equivocado muchas veces en muchas cosas!
¿Qué opinión le merece el periodismo ciudadano? Si fuera un cuerpo al que le estamos tomando el pulso, ¿estaría sano, enfermo o muerto?
Está mejor que nunca. Ahora los testigos de un hecho pueden compartir con todo el mundo lo que han visto. De hecho, en la Facultad de Cuny en la que imparto clases hemos creado una asignatura nueva llamada Periodismo social, que se basa en que la comunidad nos diga lo que quiere para poder satisfacer antes sus necesidades. Además me he dado cuenta de que la especialización facilita que lances tu propia empresa, que te conviertas en un emprendedor. De todas formas, he dejado de utilizar el término periodismo ciudadano porque creo que lo que se hace son actos de periodismo, no periodismo.
Sí, ese era el gran debate que se planteó hace años, si una persona por el mero hecho de sacar una fotografía en un lugar determinado se convertía de inmediato en periodista.
Efectivamente. Pero si eres el único que ha tomado una imagen del avión que se ha estrellado en el río Hudson has hecho un acto de periodismo.
Ha mencionado la palabra especialización. ¿A qué se refiere? En las redacciones online de España, con equipos de 15 periodistas, es muy difícil, por no decir imposible, especializarse.
Los medios no deberían intentar abarcarlo todo. Céntrate en lo que haces mejor y, para lo demás, enlaza, utiliza la agregación.
Eso es precisamente lo que hace El Huffington Post…
Exacto. Los medios deberían especializarse en lo que pueden ser mejores. Cuando me refiero a un periodista especializado aludo a aquellos cuyos conocimientos sobre un determinado tema les permite incluso crear su propio negocio.
"Los medios no deberían intentar abarcarlo todo"
¿Esa sería entonces la recomendación para un estudiante que quiera ser periodista online: especialízate?
No para todos, sólo para algunos. [Risas]
Pero insisto, en las redacciones online, que tienden a ser pequeñas, los redactores tienen que hacer mil cosas: escribir la noticia, recortar la foto, crear una fotogalería, subir un vídeo, buscar un tuit, mirar si ha salido una nueva información, si es así escribirla y empezar de nuevo todo el proceso. La especialización es imposible en esas condiciones.
Ve a Google News y consulta la noticia más importante del día. A veces puedes ver hasta 200 versiones de la misma información. ¡Es completamente ridículo! La economía de las noticias nos obliga a repetir una noticia una, y otra, y otra vez, simplemente para conseguir páginas vistas. Lo que un medio online debería estar haciendo es aplicar modelos de negocio que estén a favor de la calidad, del valor de la información.
De acuerdo, pero si estoy en la redacción y no publico una última hora porque sé que todos los medios van a replicar esa misma información, recibo decenas de correos de los lectores quejándose porque no ven esa noticia.
Agrega. Y emplea tu tiempo en escribir noticias de la máxima calidad.
El problema es que, si agregas, te critican porque dicen que estás aprovechándote de un contenido ajeno. El caso más evidente es Google News.
Sí, y eso hay que cambiarlo. El problema es que los modelos de negocio tradicionales desde Gutemberg se basan en la creación de contenido, no en la creación de una audiencia. Cuando Eric Schmidt le dice a Springler en Alemania ‘Oye, os estamos enviando millones de lectores a vuestra web’, debería de haber una forma real de medir eso porque si tuviéramos los datos exactos incluso podríamos plantearnos, en un caso extremo, que los editores deberían pagar a Google por generar tráfico.
Usted critica las métricas que utilizan hoy los medios online, como navegadores únicos, páginas vistas, etcétera.
Sí, porque corrompe el periodismo. Y como consecuencia de eso tenemos noticias del estilo ‘Diez gatitos maravillosos que te van a cambiar la vida’.
Ya, pero los anunciantes te piden páginas vistas, y si no se las das suficientes no llega el dinero. Y si no hay dinero no hay negocio. Y por tanto no hay periodismo.
Hay que cambiar el modelo y la forma de pensar de los anunciantes. Por ejemplo, Chartbeat ha puesto en marcha con el Financial Times una iniciativa que consiste en cobrar a los anunciantes no por el número de páginas vistas, sino por minutos de atención. Por ejemplo, mil minutos de atención de altos directivos europeos de grandes empresas.
Pero los anunciantes quieren que su publicidad esté en la portada, cerca de la marca del medio.
Esto me recuerda a la escena de Annie Hall en la que Woody Allen decía: “Y recordé aquel viejo chiste, aquel del tipo que va al psiquiatra y le dice: ‘Doctor, mi hermano está loco, cree que es una gallina’. Y el doctor responde: ‘¿Pues por qué no lo mete en un manicomio?’. A lo que el tipo le dice: ‘Lo haría, pero necesito los huevos”. Evidentemente hay que formar a los anunciantes, pero nadie quiere discutir con el que tiene el dinero. Si nos seguimos aferrando a los viejos modelos de negocio y a los viejos sistemas de medición, acabaremos perdiendo. Seremos unos perdedores. Tenemos que crear un modelo de negocio basado en la creación de valor y en el establecimiento de relaciones, tanto con personas como con comunidades.
"Tenemos que redefinir el término estar informado"
¿Cómo debe ser la estructura de una redacción online?
Este problema lo abordé cuando analicé la transición de las redacciones analógicas a las digitales. Una redacción digital debería funcionar como una red. Algunos deberían formar parte de la plantilla y otros no; algunos deberían tener un salario y otros cobrar por colaboración; unos deberían estar especializados, otros escribir noticias y otros agregar. Sin gente de producción: el propio redactor tiene que ser el que elige la foto y escribe el titular. Y no nos podemos permitir tener muchos jefes.
¿Está de acuerdo con los que sostienen que el periodismo impreso es mejor, tiene más calidad, que el que se practica en Internet?
No, definitivamente no. Es mejor el que se hace en Internet. Y los que sostienen los contrario me recuerdan a los que preferían los caballos a los coches. ¿Cuál es el futuro? De un tiempo a esta parte me he obsesionado con Gutemberg. Y me he dado cuenta de que desde la invención de la imprenta hasta la publicación del primer periódico transcurrieron 150 años. ¡Tuvo que pasar tanto tiempo para que a alguien se le ocurriera una idea que hoy nos parece tan evidente! Así que imagina cómo será el periodismo dentro de 150 años… Nadie lo sabe.
Reinventar el periodismo, pero dependiendo de empresas que no son periodísticas, como Google, Twitter y Facebook.
Lo tienes que ver de una forma diferente: se trata de acercarte allí donde estén tus lectores. Y si es en Facebook, debes ir a Facebook, no se trata de firmar un acuerdo con la red social, ni adquirir un compromiso. Vas donde están los lectores.
Que es lo contrario de lo que ha pasado en el pasado: los lectores te buscaban a ti.
Sí, ha cambiado mucho el paradigma. Antes el periodista era el único dueño de la información. Ahora no, ahora todos los usuarios tienen información, y depende de nosotros conseguir que la compartan.
¿Cómo valoras la irrupción de Twitter y Facebook como medios de comunicación?
Son plataformas muy valiosas. Obviamente nos envían muchísimo tráfico, pero se trata de ir más allá y pensar en cómo le damos nosotros un buen servicio a los lectores que nos llegan a través de estas plataformas. Ojalá que Facebook nos ayudase a conseguir ingresos en todo ese proceso.
Ingresos, esa es una de las claves de los medios online.
Hay muchas oportunidades. Tenemos que darle más valor a los anunciantes proporcionándoles más información sobre usuarios seleccionados, distintos tipos de usuarios, servicios digitales y sobre la utilización inteligente de los datos de los lectores que tenemos, que son muchos.
Es decir, cree que no conocemos a nuestros lectores, aunque no paremos de presumir de que sí lo hacemos.
No los conocemos. Es una competencia totalmente nueva que tenemos que acabar dominando y cruzando los dedos para que el tecnopánico que cunde en España y Alemania no acabe fastidiándonos a todos.
Apenas hemos hablado de los teléfonos móviles, pero ahora mismo son el centro del consumo de la información. ¿El medio, el smartphone, debería condicionar o modificar el fin, que es informar?
Por supuesto que tiene que cambiar, Seguimos utilizando el móvil como un dispositivo que entrega contenido. Ten en cuenta lo que ha avanzado Mark Zuckerberg: va a segmentar Facebook para que el usuario tenga en un lado su Instagram, en otro sus noticias… Eso me hace pensar en lo que hace Google, que tiene una base de datos relacional subyacente y luego por encima tiene una serie de aplicaciones. Si quiero ir a un sitio, utilizo Maps, si quiero escribir un correo, abro el mail… ¿Por qué no aplicar lo mismo en las noticias? Puede que sólo me interese leer los titulares, o ver una actualización, o leer algo que ha pasado hace 15 días, o comunicarme con las personas interesados en la misma noticia en la que estoy interesado. Son cosas totalmente diferentes. ¿Y qué hacen los medios? Darle 400 contenidos, todos muy pequeños, en una única pantalla.
"No nos podemos permitir tener muchos jefes"
Es decir, lo estamos haciendo todo mal...
No, sólo estamos aprendiendo. De hecho hay todo un mundo de nuevas oportunidades en el proceso que está en curso.
¿En qué se basarán esas nuevas oportunidades?
En lograr éxitos pequeñitos. Mi amigo John Paton hizo bastante buenas cosas con Digital Media. Advance Media ha sido la primera que lo centra todo en la redacción digital. El papel es secundario. The Guardian ha hecho muchas cosas innovadoras. Watch lanzó su página web sin homepage y nos enseñó cosas muy valiosas. El Financial Times va a vender minutos de atención, en vez de visitas. Y en Nueva Jersey hay una iniciativa en la que 50 pequeñas webs comparten contenidos y por tanto audiencia, incluso se plantean compartir ingresos publicitarios. Y por supuesto formación.
La realidad es que estamos rodeados de información. La tenemos por todos lados: en el ordenador, el móvil, la tableta, la televisión, la radio, los periódicos... ¿Eso nos convierte en la generación más informada de la historia?
Tenemos que redefinir el término estar informado. Antaño consistía en leer el periódico desde la primera a la última página y repetir de pe a pa lo que habías leído. Eso era estar informado. Ahora el proceso empieza acercándose a una comunidad para saber qué quiere, qué necesita. Y luego tendremos que medir si hemos satisfecho sus necesidades. Esta será, más tarde o más temprano, la única métrica que valga. No el dato de navegadores únicos, o páginas vistas o visitas. Ni siquiera los minutos de atención, sino la certeza de que hemos mejorado, o hemos contribuido a mejorar, la vida de muchas personas.
Es una gran responsabilidad.
Sí, lo es.