Obama recaba apoyos de los aliados ante la crisis en Ucrania e Irak
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, recabó este viernes en la cumbre de la OTAN que se celebra en Gales el apoyo de los aliados para responder a la agresión rusa en el este de Ucrania y afrontar la violencia yihadista en Irak.
Obama participó en la primera jornada de la cumbre de dos días que se celebra en el centro hotelero Celtic Manor, en la ciudad galesa de Newport, y que se ha centrado en analizar la fase final de la intervención aliada en Afganistán y la delicada situación en el territorio oriental de Ucrania.
En concreto, el presidente de EEUU intenta unificar la respuesta de la Alianza Atlántica a las acciones de Rusia, después de que Ucrania denunciase una "invasión" de su territorio.
ASISTENCIA DE 15 MILLONES
Obama ya ha adelantado que estudia más sanciones contra Rusia a fin de repeler la agresión del Kremlin, mientras los aliados ya han anunciado una asistencia de 15 millones de euros a Ucrania para ayudar a sus reformas militares.
Dada la inquietud de Washington por el comportamiento de Rusia en la frontera con Ucrania, los aliados invitaron a la cumbre al presidente ucraniano, Petró Poroshenko, quien tuvo una reunión con los líderes de EEUU, el Reino Unido, Alemania, Francia e Italia.
Ante la escalada de la crisis ucraniana, los aliados esperan acordar el viernes a la puesta en marcha de una fuerza de acción "rápida" para ser desplegada a corto plazo, no más de cuatro días.
Aunque la composición de esta fuerza aún no ha sido revelada, se estima que estará conformada por unos 4.000 efectivos.
LA POSTURA FRENTE AL YIHADISMO
Además de su confrontación con Rusia, Obama busca el apoyo de los aliados ante la violencia del Estado Islámico (EI) en Irak, donde los yihadistas han decapitado en las últimas semanas a dos periodistas estadounidenses que tenían como rehenes, Stephen Sotloff y James Fowley, en represalia por los ataques aéreos de EEUU.
La violencia del EI también ha golpeado al Reino Unido, que se plantea sumarse a los ataques aéreos iniciados por EEUU después de los yihadistas advirtiesen que están dispuestos también a matar a un rehén británico en Irak. Obama y Cameron insistieron en la unidad para afrontar la violencia del EI tras el asesinato de los periodistas.
En cambio, la OTAN mantiene una postura ambigua ante el avance yihadista en Oriente Próximo. Su secretario general, Anders Fogh Rasmussen, apoya las iniciativas individuales para contrarrestar a ese régimen, pero no habla de una acción conjunta.
"Celebro que los Estados hayan dado pasos individuales para ayudar a Irak. Celebro la acción militar estadounidense para frenar el avance del Estado Islámico. Celebro que otros países hayan contribuido de diversas formas. Creo que la comunidad internacional en su conjunto tiene la obligación de impedir que el Estado Islámico avance más, pero en lo que respecta a la OTAN, no hemos recibido ninguna petición para un compromiso", aseguró.
RAJOY URGE A ACTUAR
Por su parte, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha urgido a la OTAN a concienciarse de los riesgos de la amenaza yihadista en el flanco sur en el marco de una reflexión general sobre la estrategia que debe definir la Alianza ante este desafío.
Rajoy ha centrado su participación en la primera jornada de la cumbre de la OTAN en la necesidad de que la Alianza no se concentre sólo en la crisis de Ucrania, sino que debe atender igualmente el reto que supone el terrorismo yihadista desde el norte de África hasta Siria.
Se trata de mantener un "equilibrio" ante ambas cuestiones. "Si hay dos grandes amenazas -han señalado fuentes del Gobierno resumiendo la posición española-, hay que hacer frente a las dos".
La situación en el Sahel, así como en Irak y Siria, con los últimos acontecimientos que está protagonizando el Estado Islámico (EI), considera el Ejecutivo que hace evidente que la OTAN debe tomarse muy en serio este problema porque representa un foco de inestabilidad para todo el mundo.