5 razones científicas que demuestran que las vacaciones en la playa son necesarias (FOTOS)
Aquí tienes cinco teorías del libro de Nichols que inundarán tu mente:
1. El agua nos devuelve a nuestro estado natural
Estamos conectados al agua desde el principio de nuestra vida. El cuerpo de los bebés contiene un 75% de agua. A medida que crecemos, nos vamos secando (sólo el 60%), pero nuestro cerebro sigue siendo tres cuartas partes de agua e incluso el 31% de nuestros huesos es agua.
El cerebro, que descansa en un "líquido cefalorraquídeo transparente e incoloro" en nuestra cabeza, guarda mucho contacto con el agua, pues, como explica Nichols: "nuestros ancestros surgieron del agua y pasaron de nadar a reptar, para luego empezar a andar. El feto humano todavía tiene estructuras branquiales en las primeras etapas del desarrollo", y el agua de nuestras células "es similar a la que se encuentra en el mar".
La conexión biológica con el agua, relataba Nichols en CBS News, provoca una respuesta inmediata en nuestro cerebro. Cuando ves u oyes el océano, dice, sabes que "estás en el lugar adecuado".
2. En la costa estamos más relajados
Mira la foto de arriba. Es bonita, ¿verdad? Simplemente con mirarla, nos calmamos sin ser conscientes de ello. Nichols cita un estudio que demuestra cómo las regiones del cerebro asociadas a un menor estrés y a una mayor empatía se activan cuando observamos escenas de la naturaleza. Aunque las imágenes de paisajes urbanos también generan actividad en las regiones de nuestro cerebro asociadas con el estrés, los participantes que observaron fotos de la naturaleza aumentaron su actividad en las regiones asociadas con "la visión positiva, la estabilidad emocional y la recopilación de recuerdos felices".
Y entre las vistas de la naturaleza, la costa gana. Otro estudio muestra que las imágenes de la costa eran más efectivas que el resto de imágenes de naturaleza, al activar el sistema de recompensa, "un área rica en receptores opioides que produce una sensación de bienestar", explica Nichols.
3. Mirar fotos es bueno, pero el agua es incluso mejor en la vida real
Observar imágenes es una cosa, pero el mundo natural en la realidad supera los espacios urbanos. Nichols hace referencia a un estudio de 2011 en el que una aplicación de smartphone llamada Mappiness registró los niveles de bienestar de unas 22.000 personas. Los participantes recibían frases aleatorias y tenían que explicar lo felices que estaban en ese momento. De acuerdo con las respuestas (más de 1,1 millones) que dieron, la gente no sólo era más feliz cuando estaba en el exterior, sino que además era un 5,2% más feliz cuando su cuerpo estaba más cerca del agua.
4. El agua rejuvenece nuestra mente
En una sección titulada "Water, Nature, and the Optimum Brain" [Agua, naturaleza y un cerebro óptimo], Nichols argumenta que ahora que tocamos más pantallas, actualizamos más redes sociales y vistamos más webs, nuestro cerebro exhausto necesita recargarse. Y el agua puede ayudarle.
El autor hace referencia a un estudio publicado en el Journal of Environmental Psychology en 1995 titulado Views to Nature: Effects on Attention [Vistas a la naturaleza: efectos sobre la atención]. Los investigadores querían descubrir si los estudiantes de una residencia con vistas a la naturaleza obtenían mejores resultados o no que los estudiantes con vistas urbanas en exámenes cognitivos que medían la atención, la capacidad de percepción visual y la velocidad motriz.
"Las habitaciones de la residencia estaban clasificadas por las vistas que ofrecía cada una: árboles y un lago, césped y edificios, y muros de ladrillos con tejados de pizarra", narra Nichols. "Los estudiantes desde cuyas habitaciones se veían árboles y el lago no sólo superaban mejor los tests cognitivos, sino que, además, el funcionamiento de su sistema atencional era más efectivo que el de los otros dos grupos de participantes juntos". El estudio descubrió que la naturaleza rejuvenece una mente cansada, y que una simple mirada a lo natural puede convertirse en una experiencia capaz de restaurar nuestra atención.
5. El color azul tranquiliza
Resulta que el azul es el color favorito de la mayoría de la gente. Nichols cita un proyecto de investigación realizado en 2003 en el que participaron 232 personas de todo el mundo, y en el que estudiaron las asociaciones que hacían con varios colores. El 42% de los hombres dijeron que el azul era su color preferido, al igual que el 35% de las mujeres: un porcentaje mayoritario en ambos grupos.
A Nichols no le sorprende. Hemos "evolucionado en un planeta que está compuesto principalmente por el azul del agua y del cielo", por lo que es normal que el azul estimule en nosotros una respuesta emocional positiva. Asimismo, cita al neurocirujano Amir Vokshoor, que explica que "el mecanismo de excitación estimulado por la longitud de onda del color azul está relacionado con la liberación de neurotransmisores asociados a los sentimientos de euforia, alegría, recompensa y bienestar vinculados a los efectos de la dopamina".
Nichols también cita un estudio publicado en la revista científica Perceptual And Motor Skills, que reveló que experimentamos menos fatiga y claustrofobia cuando nos rodeamos del color azul.
Traducción de Marina Velasco Serrano