Amnistía Internacional denuncia que 141 países siguen empleando la tortura
Amnistía Internacional (AI) ha denunciado que gobiernos de todo el mundo han incumplido sus promesas de evitar y castigar la tortura, tras detectar que esas prácticas "inaceptables" han seguido vigentes en más de 141 países en los últimos cinco años.
En un encuentro en Londres con los medios para lanzar la nueva campaña mundial 'Stop Torture' (Frenad la tortura), el secretario general de AI, Salil Shetty, ha lamentado que las autoridades no hayan adoptado "mecanismos dinámicos" contra ese problema 30 años después de la Convención Contra la Tortura de la ONU, en 1984.
De los 141 países que han continuado torturando, la organización ha detectado que 79 firmaron la convención. Debido a que los gobiernos intentan encubrir la tortura, probablemente los números reales sean mucho más elevados, calcula AI.
Según Shetty, se trata de una "crisis que no solo afecta a países dominados por dictaduras, sino que también se extiende a las democracias, a todo tipo de espectros políticos y que se está produciendo en cada esquina del mundo".
Entre algunas de las técnicas de tortura denunciadas se incluyen las llamadas "posiciones de estrés", técnicas de privación del sueño o la electrocución de genitales, empleadas contra sospechosos de crímenes, voces disidentes o rivales políticos.
El secretario de AI ha lamentado que esa práctica no solo está "viva" sino que incluso "está floreciendo en muchas partes del mundo" y considera que, "puesto que más gobiernos buscan justificar la tortura en el nombre de la seguridad nacional, el sólido progreso realizado en este campo en los últimos 30 años está siendo minado".
En algunas naciones se recurre a esas formas de castigo de forma rutinaria y sistemática, mientras que en otras se habla de hechos aislados y excepcionales.
MEDIDAS CONTRA LA TORTURA
Por ello, la organización urge a los gobiernos a realizar exámenes médicos adecuados, facilitar el acceso rápido a abogados, efectuar revisiones independientes de centros de detención e investigaciones independientes y efectivas sobre acusaciones de tortura, y agilizar el procesamiento de sospechosos y la adopción de enmiendas a las víctimas.
Como parte de la campaña para combatir la tortura, Amnistía ha llevado a cabo una encuesta, encargada a la firma Globescan, para sondear las actitudes de cada país ante esa práctica.
En ella se halló que casi la mitad de participantes (un 44%) de 21 naciones de cada continente teme que se expondría a un riesgo de sufrir tortura si fuera llevado bajo custodia en su país.
La mayoría (un 82%) cree que deberían existir leyes claras contra la tortura, si bien más de un tercio de los entrevistados (un 36%) piensa que esa práctica puede justificarse en ciertas circunstancias.
Con su nueva campaña, AI se centrará en cinco países en los que la tortura está "muy extendida" y donde espera lograr un "impacto significativo", pese a que también continuará con su trabajo a nivel global. Uno de esos países es México, donde los abusos cometidos por la policía y las fuerzas de seguridad están extendidos y quedan impunes, según Amnistía.
Las otras zonas que abordará la campaña son Filipinas, Marruecos y el Sahara Occidental, Nigeria y Uzbekistán.