El auge de los partidos euroescépticos son, como poco, “preocupantes”. El ministro de Asuntos Exteriores de Alemania, Frank-Walter Steinmeier ha aprovechado su primer viaje a Londres desde que asumió su cargo el pasado diciembre para lanzar un mensaje de inquietud ante los movimientos políticos que ponen en riesgo los cimientos de la Unión Europea y, como derivada, de la paz.
Steinmeier ha tirado de historia para contextualizar sus miedos. A su juicio, no hay que remontarse muchos años para augurar qué puede suceder en el caso de que las formaciones que defienden la salida de la UE ganen adeptos y, lo que es peor, votos.
La falta de sintonía internacional y el auge de los nacionalismos fueron uno de los desencadenantes de la Primera Guerra Mundial. Y esos mismos síntomas son los que ahora Steinmeier contempla como una amenaza cierta de repetirse.
Steinmeier ha citado los problemas que ponen en riesgo la paz europea: partidos como el Ukip británico, el AfD alemán, el Jobbik húngaro o el Frente Nacional francés son formaciones que, con sus ideas mitad nacionalistas mitad euroescépticas, contribuyen bien poco a la estabilidad europea.
Según varias encuestas en 2013, el antieuropeo Partido por la Independencia del Reino Unido (UKIP), que firmó un destacado avance en las últimas elecciones locales en Inglaterra y Gales, se colocó como tercera formación británica, empujando a los liberaldemócratas al cuarto lugar.
LAS AMENAZAS QUE DEBEN SER ERRADICADAS
"La historia previa a la Primera Guerra Mundial fue una historia de no hablar el uno al otro, de nacionalismos que no podían ser [domados]", ha recordado Steinmeier. “Estas amenazas tienen que ser erradicadas para siempre", ha agregado.
Para el responsable de la diplomacia alemana, la UE es uno de los factores que más han contribuido a construir una paz duradera, pese a que a lo largo de la historia se han producido disparidad de intereses. “Pese a las heridas que hemos infligido, hemos logrado caminar juntos —políticamente— en esta parte del mundo. Hemos convencido a la gente, hemos aprendido a gestionar opiniones diferentes y esto es el progreso de la civilización que no puede ser ni cuestionado ni modificado”, ha apuntado.
Las palabras de Steinmeier en Londres son todo menos casuales. El primer ministro británico, David Cameron, ha defendido en los últimos meses la necesidad de "reformular" la relación del Reino Unido con la UE y se ha comprometido a convocar un referéndum en 2017 sobre la pertenencia del país a la Unión si es reelegido el próximo año.