Gallardón asegura que las activistas de Femen usaron la "violencia" contra Rouco Varela
El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, ha lamentado este lunes el uso de la "violencia" por parte de cinco activistas de Femen que abordaron, con el torso desnudo y al grito de "aborto es sagrado", al presidente de la Conferencia Episcopal Española, Antonio María Rouco Varela.
Tras la inauguración de una jornada sobre seguridad jurídica en el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, Ruiz-Gallardón ha expresado "una enorme tristeza" por la utilización de lo que ha considerado mecanismos violentos en el debate sobre el aborto y ha opinado que "hay una violencia dialéctica" en la actuación de las activistas de Femen.
En el debate del aborto, "todas las ideas deben ser escuchadas, todas las propuestas deben ser atendidas y estudiadas, pero todas tienen que expresarse siempre con respeto a las ideas de los demás y nunca con un ejercicio de violencia", ha subrayado el titular de Justicia.
Cinco activistas de Femen, con el torso desnudo y al grito de "aborto es sagrado", abordaron en la tarde del domingo a Rouco cuando se disponía a entrar en la parroquia de los Santos Justo y Pastor, en la calle de la Palma de la capital.
El incidente se produjo en torno a las 20:00 horas durante el breve recorrido entre el vehículo en el que se desplazó el cardenal y la entrada del templo, momento que aprovecharon las cinco activistas para lanzar a Rouco varias bragas manchadas de rojo.
GALLARDÓN Y FEMEN
Rouco, escoltado por los párrocos, consiguió entrar a la iglesia, donde se iba a oficiar una misa, mientras las activistas, en cuyos cuerpos tenían escrita la palabra Femen, gritaron desde la calle "aborto es sagrado" con el puño en alto.
Gallardón ya crítico a las Femen en octubre, cuando varias activistas interrumpieron la sesión de Control en el Congreso al grito de "aborto es sagrado." El ministro de Justicia criticó entonces el grito "imposible de entender", a su juicio, de "aborto es sagrado" y que los diputados de Izquierda Unida aplaudieran "la interrupción de la sesión parlamentaria". Después, en los pasillos, añadió que lo ocurrido era "una falta de respeto a la soberanía popular".