Cinco meses de prisión por serrar un toro de Osborne para vender chatarra
Serrar un toro de Osborne de los que se ven por las carreteras españolas puede costar cinco meses de prisión.
Eso es lo que está pidiendo el fiscal para dos hombres a los que sorprendieron en mayo de 2007 serrando un cartel del toro de Osborne a las afueras de Santa Pola (Alicante).
Quizás los acusados, identificados como Antonio M.J., de nacionalidad española, y Leonel P. V., portugués, no sabían que esta silueta está considerada Bien de Interés Cultural.
Ambos pretendían vender el metal del cartel como chatarra. Pero cuando estaban desmontando al toro, fueron sorprendidos por una patrulla de la Policía Local.
Los agentes evitaron así que los dos hombres destruyeran uno de los poco más de 90 toros de Osborne que pueblan las carreteras de todo el país.
[Mapa del toro de Osborne en España]
La Fiscalía pide, además de los cinco meses de prisión por hurto en grado de tentativa, una indemnización de 4.291,8 euros, cifra en la que está tasada la valla publicitaria. Aún así, los daños ocasionados al toro ascienden a 8.504,25 euros. El juicio se celebrará en primavera.
CUATRO TONELADAS DE TORO
El toro de Osborne nació en 1957 diseñado por el publicista ya fallecido Manuel Prieto y fue fabricado en chapa galvanizada en un taller del Puerto de Santa María (Cádiz).
La inmensa mayoría de estas vallas, como la de Santa Pola, pesa unos 4.000 kilogramos con una superficie de 150 metros cuadrados y una altura de 13,13 metros, dimensiones que permiten su visualización a larga distancia.
Aunque la Ley de Carreteras de 1988 inicialmente previó su retirada por ser un elemento publicitario, años después se permitió su permanencia al catalogarse como un elemento de valor decorativo e integrado en el paisaje.