Nueva ordenanza ciudadana en Madrid: Multas por regar plantas, mendigar o contratar prostitutas
Ni acampar, ni escupir, ni hacer necesidades fisiológicas, leer las cartas del tarot, ofrecer juegos donde se apueste dinero, ni tirar chicles, papeles, colillas o cáscaras en la calle, ni limpiar parabrisas en un semáforo, ni mendigar en hospitales o centros comerciales.
El Ayuntamiento de Madrid prepara un borrador que incluye la prohibición de todo eso y otra treintena de actividades, entre las que se encuentran solicitar servicios sexuales a prostitutas o trasladar a toxicómanos a puntos de venta de estupefacientes, algo que se conoce como "cundas" o "taxis de la droga". Se propone penarlo, según la falta sea leve, grave o muy grave, con hasta 3.000 euros.
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La nueva "Ordenanza de convivencia ciudadana en el espacio público" que prepara el gobierno de la capital incluye en un solo texto todo lo que se podrá o no hacer en la calle y espacios públicos de la capital.
Fuentes del equipo de Ana Botella aseguran que "casi todas las sanciones ya están previstas" en otras normas. Sin embargo, en la nueva regla se incorporan la prostitución y los taxis de la droga, hasta ahora sin regular.
SE PERSIGUE AL CLIENTE DE LA PROSTITUCIÓN
Con la nueva ordenanza, Botella perseguirá al cliente de "personas en situación de prostitución", como reza la terminología del texto. Solicitar servicios sexuales en la calle se castigará con una multa de hasta 750 euros, cuantía que se podría elevar a los 1.500 si se buscan cerca de escuelas o centros comerciales.
"Lo que buscamos es perseguir al cliente, pero a diferencia de otras ciudades nunca a las personas que se encuentran en situación de prostitución, que son víctimas", señalan fuentes municipales.
'CUNDAS' O TAXIS DE LA DROGA
Una de las principales innovaciones será el castigo de las 'cundas' o 'taxis de la droga', es decir; el traslado de toxicómanos desde un barro hasta un punto de venta de estupefacientes, algo que pasa habitualmente en barrios como el de Embajadores, en el centro de la capital. Servir de traslado a un toxicómano será considerado una falta muy grave y será sancionada con una multa de entre 1.500 y 3.000 euros.
El objetivo es un texto "democrático y consensuado", en palabras de la delegada Lola Navarro, quien este martes ha destacado que estará abierto a enmiendas hechas por partidos políticos o ciudadanos antes de entrar en vigor.