HMS Westminster: La fragata británica de guerra llega a Gibraltar en medio de la tensión en la zona
El buque de guerra británico HMS Westminster ha atracado en la mañana de este lunes en la base naval de Gibraltar, donde va a permanecer en una escala técnica incluida en el marco de las maniobras militares que va a desarrollar en el Mediterráneo.
La fragata recala en la Bahía de Algeciras en un momento de tensión creciente en el contencioso entre España y Reino Unido por Gibraltar, recrudecido después de que las autoridades gibraltareñas hayan bloqueado la actividad de los pesqueros en un caladero tapado con 70 bloques de hormigón.
La fragata zarpó el pasado martes del puerto de Portsmouth, en el sureste de Inglaterra, acompañado de dos barcos auxiliares, el Mounts Bay y el Lyme Bay, que no han entrado a la base militar gibraltareña. El Gobierno del Reino Unido ya anunció el envío del HMS Westminster el pasado 8 de agosto como parte de "una serie de despliegues militares regulares y rutinarios" que se realizan cada año.
RAJOY HABLARÁ CON BARROSO
El Ejecutivo británico aseguró que el despliegue de la fragata ya estaba previsto con anterioridad al conflicto diplomático con el peñón, pero la llegada de la fragata ha levantado recelos entre algunas autoridades españolas. Los buques británicos que quieran ir a Gibraltar no necesitan solicitar permiso a las autoridades españolas, más allá del denominado aviso de "paso inocente", que no tiene que comunicarse con mucha antelación.
Precisamente este lunes el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el de la Comisión Europea (CE), Jose Manuel Durao Barroso, tienen previsto mantener la conversación que tienen pendiente sobre la crisis en Gibraltar, según han confirmado a EFE fuentes del Ejecutivo.
Moncloa anunció el pasado viernes que Rajoy y Durao Barroso hablarían en las próximas horas después de que el primer ministro británico, David Cameron, pidiera a la Comisión Europea que envíe de forma urgente observadores a la zona.
Hasta ahora el Gobierno no se ha pronunciado sobre la petición que hizo Cameron si bien desde Exteriores se ha insistido en que España está cumpliendo con la legalidad y los controles en la Verja son irrenunciables.
En la conversación que Cameron mantuvo con Durao Barroso el viernes, el primer ministro británico le pidió el envío urgente de observadores y le mostró su "seria preocupación por los controles fronterizos introducidos por los españoles" en la Verja, "que están motivados políticamente y son desproporcionados", según explicó entonces Downing Street.
185 MARINOS
El HMS Westminster pertenece a la clase "Duke". Con una tripulación de 185 marinos, constituye parte del núcleo duro de ataque de la Marina Real. Botada en 1992, se encuentra en servicio en la Royal Navy desde 1994.
El buque, de 4.900 toneladas, 28 nudos de velocidad máxima, 133 metros de eslora y 16,1 metros de manga, está equipada con 32 misiles antiaire, 8 misiles antibuque y 2 torpedos antisubmarinos.
Esta fragata forma parte de una flota compuesta por otros tres buques de guerra y cinco barcos auxiliares que ha recalado en puertos de España, Portugal, Turquía y Malta, antes de desplazarse hacia Oriente Medio, con miles de militares a bordo.
BLOQUES DE HORMIGÓN Y CONTROLES
En la frontera del Peñón se han registrado largas filas a causa de los controles impuestos por España, después del vertido de 70 bloques de hormigón en las aguas que rodean la colonia británica por parte de las autoridades gibraltareñas.
Londres ha anunciado que estudia adoptar posibles "acciones legales" contra España por la persistencia de los controles al sostener que tienen "una motivación política" y son "totalmente desproporcionados".
España mantiene que los controles impuestos en el Peñón son "proporcionados" y "legales" pues Gibraltar no pertenece al espacio Schengen y que tienen la finalidad de evitar el contrabando y el tráfico ilícito.
El ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, ha asegurado sin embargo que "el infierno se congelaría antes de que el gobierno gibraltareño retirase alguno de esos bloques".
Esos bloques de hormigón continúan generando polémica y, prueba de ellos, es que este domingo una decena de barcos españoles se concentraron ante ellos para protestar por una medida que, aseguran, amenaza sus intereses.
El patrón mayor de La Línea calcula pérdidas de más de 1,5 millones de euros desde que hace más de un año el gobierno del Peñón comenzara a poner trabas a la labor de los pescadores en las aguas que rodean a Gibraltar.