Muere Olivia Hussey, la eterna Julieta, a los 73 años
En 2008 le fue diagnosticado un cáncer de mama.
La actriz de origen argentino Olivia Hussey, protagonista femenina en la adaptación de 1968 de Romeo y Julieta de Franco Zeffirelli, falleció este viernes a los 73 años.
La actriz, a la que se le había diagnosticado un cáncer de mama en 2008, murió "en casa rodeada de sus seres queridos", según un anuncio en su cuenta oficial de la red social que no especifica el lugar de su fallecimiento.
"Olivia era una persona notable cuya calidez, sabiduría y pura bondad tocó las vidas de todos los que la conocieron", se lee en la publicación.
Hussey tenía solo 15 años cuando protagonizó junto al actor británico Leonard Whiting, de 16 años, Romeo y Julieta de Shakespeare, recuerda la revista The Hollywood Reporter. El film distribuido por Paramount, coescrito por Zeffirelli, fue nominado al Oscar a la mejor película y a otros tres premios de la Academia, y recibió un premio David di Donatello en Italia y un Globo de Oro que se llevó Hussey.
La actriz también trabajó con el cineasta italiano en el papel de María en la miniserie internacional y épica de 1977 Jesús de Nazaret, y volvió a interpretar un personaje religioso como protagonista en Madre Teresa de Calcuta (2003), señala la revista especializada.
Tuvo también memorables papeles en el film clásico de terror Black Christmas, la película canadiense de culto dirigida por Bob Clark, y fue la malhumorada Rosalie Otterbourne, la hija del personaje de Angela Lansbury en Muerte en el Nilo de Agatha Christie, dirigida por John Guillermin.
“Olivia deja atrás una familia amorosa: sus hijos Alex, Max e India, su esposo durante 35 años David Glen Eisley, su nieto Greyson y un legado de amor que siempre será atesorado en nuestros corazones”, señala el comunicado en Instagram.
“Mientras lamentamos esta inmensa pérdida, también celebramos el impacto perdurable de Olivia en nuestras vidas y en la industria. Les agradecemos por sus pensamientos y oraciones durante este momento tan difícil y pedimos privacidad mientras lloramos la pérdida de un alma verdaderamente especial”, concluye.