Bernardino León: "Los militares han impedido el riesgo de guerra civil, el proceso tiene que seguir sin ellos"
Bernardino León (1964), enviado especial de la Unión Europea para la Primavera Árabe, llegó en la noche del miércoles a El Cairo, al mismo tiempo que Mohamed Morsi era derrocado como presidente de Egipto. No encontró la tensión esperable en un momento de grave crisis política. El ambiente era festivo y en la calle había tantos detractores de Morsi como simpatizantes de los Hermanos Musulmanes.
Hasta ahora, la UE se ha limitado a emitir un comunicado en el que pide elecciones y un proceso democrático. "Es evidente que no nos gusta la intervención militar, pero no se puede definir una situación tan compleja como un golpe de Estado", explica León en conversación con El Huffington Post.
Tras la caída en Egipto del Gobierno de Morsi, la transición que está por venir ha de ser "política y democrática, en manos de todos los partidos del país", señala el enviado especial. "Los militares han impedido el riesgo de guerra civil, el proceso tiene que seguir sin ellos", advierte el diplomático.
MORSI HIZO "IMPOSIBLE EL ACUERDO"
León resalta que durante meses la Unión ha participado en los "esfuerzos para lograr un acuerdo entre las distintas fuerzas políticas". La UE está "muy implicada en el diálogo", pero la posición del Gobierno de Morsi ha hecho "imposible el acuerdo" que hubiese evitado la drástica decisión del Ejército.
Para el organismo europeo es urgente convocar elecciones lo antes posible, y estas deben contar con observadores internacionales. "Es difícil porque el ramadán comienza la próxima semana, pero mejor que el proceso tarde semanas, no meses".
El representante comunitario considera prioritario abordar la "situación económica y de seguridad" y no sólo atenerse al plano político. "En el caso de que se haga de esta manera, quizá entremos en la vía correcta", matiza. Aún así, muestra cautela y evaluará la situación cuando "se desarrollen los acontecimientos".
Por el momento, en la calle se observa una gran "polarización", con "20 millones de personas movilizadas" a las que este diplomático, antiguo asesor de confianza de José Luis Rodríguez Zapatero, comenzará a tomar el pulso en nombre de la Unión Europea.
