Tensión en Turquía ante las protestas de opositores y partidarios de Erdogan
La Policía turca desalojó por la fuerza este sábado la plaza Taksim y el parque Gezi de Estambul, centro de las protestas de las últimas dos semanas contra el Gobierno, pero la tensión en el país está aún muy lejos de terminar.
Prueba de ello es que, según informa la agencia AFP, dos de los principales sindicatos turcos han anunciado una huelga en todo el país a partir de este lunes para protestar contra la violencia policial.
El ministro turco de Asuntos Europeos, Egemen Bagis, aseguró que quien entre en la plaza será considerado miembro de una organización terrorista. "A partir de este momento, cualquier persona que se encuentre allí, lamentablemente tendrá que ser considerada por el Estado como miembro de una organización terrorista", advirtió en una entrevista con la televisión "A Haber".
Bagis pidió que volvieran a casa "todos los ciudadanos que apoyaban estas acciones", en referencia a las protestas en Taksim y Gezi, según las declaraciones recogidas por el diario turco Hürriyet. El responsable turco ha venido criticando en los días pasados a los medios de comunicación extranjeros al decir que trasladaban una imagen desequilibrada de lo que sucedía en el país.
El violento desalojo de Taksim y el aledaño parque, símbolo de las protestas que sacuden el país desde hace más de dos semanas, dejó 44 heridos, según las autoridades turcas.
RESISTENCIA
A pesar de las amenazas, esta tarde se ha intentado celebrar una nueva y multitudinaria manifestación en contra del desalojo este sábado, pero la Policía ha cortado el acceso a la citada plaza, por lo que los manifestantes han tenido casi imposible acceder al lugar.
De hecho, los agentes están empleando con profusión gases lacrimógenos y cañones de agua contra los grupos de manifestantes que intentan acceder a la zona de Taksim cruzando el puente del Bósforo o desde otras zonas del lado europeo de la ciudad. Hasta Estambul han llegado miles de policías procedentes de provincias del este del país como Diyarbakir, Sirnak, Siirt, Elazig.
AVISO DEL CONSEJO DE EUROPA
El gobernador de Estambul, Hüseyin Avni Mutlu, reconoció esta mañana en rueda de prensa que el agua de los blindados contenía una "solución médica", reconocible por su color diferente, pero negó que se tratara de "productos químicos", algo que descalificó como "especulación falsa".
Sin embargo, por Internet circulan algunos vídeos en los que se ve a dos soldados echar el contenido de un bidón azul, identificado con la marca Jenix, en los tanques de los vehículos de agua a presión.
Ante la situación, el Consejo de Europa advirtió este domingo a las autoridades turcas contra el uso de gases lacrimógenos, y recordó que en caso de intervenir con la fuerza, ésta "tiene que ser estrictamente proporcionada y necesaria".
En una declaración de su secretario general, Thorbjørn Jagland, este recordó que "por ejemplo, en varias sentencias, el Tribunal (Europeo de Derechos Humanos) decidió que el empleo de gases lacrimógenos en lugares cerrados, incluidos los hospitales, no es ni necesario ni proporcionado".
"Hago un llamamiento a todas las partes a que continúe el diálogo. Se tiene que evitar cualquier escalada de la violencia", señaló el secretario general del organismo de derechos humanos europeo.
EROGAN NO QUIERE MÁS MANIFESTACIONES
También este domingo se está celebrando en Estambul, aunque a unos ocho kilómetros de distancia de Taksim, un acto del Partido Justicia y Desarrollo (AKP), al que tiene previsto acudir el primer ministro Recep Tayyip Erdogan, percibido como una respuesta a las masivas movilizaciones de Taksim.
En él, Erdogan, advirtió a la gente que no se deje "engañar" y no atienda a las llamadas a manifestarse. "Apelo al sentido común de la población", dijo el primer ministro, quien justificó el desalojo de la plaza y del parque Gezi en que sus ocupantes insistían en quedarse pese a sus promesas de que cumpliría la voluntad popular respecto al polémico proyecto de reurbanizar la zona.