Real Madrid 1 - Atlético de Madrid 2: La décima fue rojiblanca
La décima fue rojiblanca. El Atlético de Madrid logró otra victoria más en el Bernabéu en una final de la Copa del Rey tras vencer 1-2 con goles de Diego Costa y Miranda. El gol del Real Madrid lo hizo Cristiano Ronaldo a los trece minutos de cabeza. El portugués terminó en los vestuarios, como su entrenador Mourinho, por protestar.
El Madrid comenzó mejor, dominando el balón y marcando el primero. Un saque de esquina sirvió a Ronaldo para elevarse sobre la defensa rojiblanca y meter el balón en las mallas.
Entonces los blancos se relajaron y permitieron las contras del Atlético. Pese a que los madridistas dominaban el balón, los de Simeone cada vez encontraban más espacios a la espalda de la defensa merengue.
En una gran jugada de Falcao en el centro del campo, el balón llegó a Diego Costa, que se encontró con medio campo entero para él. Se plantó ante Diego López y con un gran tiro cruzado, empató el encuentro.
A punto estuvo el Madrid de devolverle el golpe a los rojiblancos, con un disparo de Ozil que se estrelló en la madera. Fue la primera de las tres que estrellaron los de Mourinho en los palos.
En la segunda mitad llegó el otro palo, de Benzema, que terminó desbaratando Juanfran en la línea de gol tras un disparo de Ozil. Fueron grandes momentos blancos y críticos para el Atleti.
El tercer palo fue de Ronaldo, quien buscó sorprender al disparar por debajo de la barrera en un tiro libre. Su balón terminó en la madera derecha de Courtois.
La suerte cambió de bando y el dicho de quien perdona lo paga se terminó cumpliendo. En la prórroga, al poco de comenzar, un centro desde la derecha lo remató Miranda que se convirtió en un sorprendente héroe al meter la cabeza por delante de Diego López y hacer el gol de la victoria.
Todavía quedaba la gran actuación del portero francés Courtois, que despejó dos grandes ocasiones del Madrid. La primera de Higuaín, la segunda de Ozil, quien se disponía a rematar bajo palos un centro de Di María.
El Atlético aguantó los últimos minutos gracias a su garra y a su forma de medir los tiempos. Eso desajustó al Madrid, que terminó de los nervios, con Mourinho expulsado por protestar y Ronaldo haciéndole compañía en el vestuario por agredir a un rival.