El presidente del Consejo General del Poder Judicial: "Los escraches son un ejemplo de libertad de manifestación"
El Presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Gonzalo Moliner, ha hablado claro. Los escraches, a su juicio, son "un ejemplo de libertad de manifestación", mientras no sean violentos. No obstante, ha precisado que serían "rechazables" si atentaran contra la intimidad de las personas y sus derechos fundamentales.
Moliner se ha expresado así en una entrevista en la Cadena Ser, donde se ha pronunciado además sobre la concentración convocada este jueves para "asediar" el Congreso. El presidente del Alto Tribunal ha precisado que es un "enamorado" de la libertad de expresión y de manifestación, por lo que "personalmente" no le importan estos actos. Pero, ha precisado que no se siente "cómodo" respecto a esta actitud hacia las Cortes Generales.
Al máximo responsable del CGPJ le produce "un poco de insatisfacción" que los ciudadanos se acerquen de esta manera al Parlamento. Ha asegurado, en este sentido, que le gustaría que hubiera una "mejor conexión" entre los ciudadanos y las Cámaras de representación.
Sobre los desahucios, ha explicado que todos los tribunales están implicados en cumplir la sentencia del Tribunal de la UE en esta materia. Para ello, el próximo 8 de mayo habrá una reunión de la judicatura de carácter orientativa para tratar la aplicación de la misma.
Además, ha remarcado su idea de que la crisis no puede parar el funcionamiento de los tribunales. Ha recordado que la Justicia puede actuar contra la consecuencias negativas de esta situación económica en tanto que se hayan producido situaciones de abuso de derecho y delictivas.
Aunque no se ha querido pronunciar directamente sobre las medidas aprobadas por el Gobierno -como la ley de tasas judiciales-, Moliner ha afirmado que personalmente sigue trabajando para que se minimicen las consecuencias que tienen en los ciudadanos.
En materia de corrupción, ha comentado que los jueves deben seguir las pautas de los principios interpretativos de la UE y de la Constitución, pero que no se van a regir por un "principio de oportunidad".