Revista 'Grazia': los quiosqueros dificultan la distribución del primer número (FOTOS)
El desastre llegó en la página 13. Tras meses de anuncios y promoción en Internet y redes sociales, apenas cuatro palabras entre más de 200 páginas empañaron un lanzamiento espectacular: el de la revista Grazia.
El pasado miércoles, 13 de febrero, la revista Grazia, del grupo Planeta, llegaba a los quioscos. Es la número 22 de todas las ediciones internacionales de esta cabecera, de origen italiano, creada en 1938. Al llegar a la página 13, una pequeña llamada sobre un círculo enciende la polémica entre quiosqueros:
"Ahórrate ir al quiosco" fue la frase que enfureció a los vendedores de prensa.
Si ese día alguien no encontró la revista no se debe solo a que pudiera haberse agotado, sino al enfado de algunos quiosqueros que decidieron apartarla de las estanterías. "Algún vendedor se dio cuenta temprano echándole un vistazo", explica Rafael Artacho, presidente de la Agrupación Nacional de Vendedores de Publicaciones, que agrupa a más de 5.000 vendedores de los 12.000 que hay en España. "Sentó muy mal, y nos empezamos a movilizar por redes sociales y mediante mensajes".
"Estamos acostumbrados a las suscripciones, por supuesto, pero esa manera de hacer las cosas... Vaya desgracia la de Grazia. Hay un protocolo no escrito de que se debe respetar el punto de venta", indica por teléfono Remedios Garrido García, presidenta de la Asociación Provincial de Vendedores de Prensa de Granada, vicepresidenta de la Asociación Andaluza y vocal a nivel nacional, además de quiosquera. Aunque matiza: "Nos llegó la disculpa muy rápida, es de agradecer. Nosotros no le decimos a nadie lo que debe o no debe hacer, pero sí es doloroso y muchos decidieron explicarlo a sus clientes, no vender, no exponerla o hacer una devolución completa".
¿SECUESTRO O RABIETA?
Pese a que la directora de la revista, Charo Izquierdo, decidió mandar un comunicado pidiendo disculpas por lo que consideran una simple "metedura de pata", algunos puntos de venta retiraron el primer número.
"Solo puedo decir que lo siento", se leía en letras mayúsculas en el escrito de Izquierdo, en un mensaje colgado en la red . "Nada más lejos de nuestra voluntad que evitar que los lectores acudan al quiosco. ¡Si justamente lo que deseamos es revitalizar el quiosco! Esa es la idea de nuestra revista: revitalizar el quiosco, vender en los quioscos, demostrar que el quiosco está vivo, que el papel está vivo", añade. Las disculpas se extienden al número dos de Grazia, con la carta de la directora, en la que se reivindica la labor del quiosquero "como vendedor, como termómetro de acontecimientos, como compañero y como ventana al mundo de la comunicación". Izquierdo matiza: "Y os pido disculpas por una desafortunada frase que apareció en la revista, y que no voy a repetir para no crear más confusión". El perdón va acompañado de una columna en la página 49 en la que se alaba la labor de los quiosqueros y se exponen varias fotografías de Grazia en los quioscos.
Por su parte, los responsables del departamento de márketing de la empresa editora, Prisma Publicaciones, señalan que fue "una equivocación, una forma de redactar que no se vio".
Pero, ¿tiene derecho un distribuidor a impedir la venta de un producto periodístico? ¿Es un secuestro contra la libertad de expresión de una revista? "Fue un sentimiento. No es un secuestro. Si alguien tenía un especial empeño en comprar la revista, se le daba. Pero la exposición en los puntos de venta no era preferente, no se lo merecía. Todos tenemos que preocuparnos por los lectores, pero no queríamos darles ese primer número: era entregar algo que nos dañaba", relata Artacho.
Esto no ocurrió en otros puntos de venta como los del Grupo VIPS, con 21 tiendas (19 de ellas en Madrid, una en Sevilla y otra en Zaragoza). "En las tiendas VIPS la revista está a la venta con normalidad cumpliendo los acuerdos publicitarios a los que se llegó con Grazia", ya que, como explica Adriana Onaindía, portavoz del Grupo VIPS, se llegó a un acuerdo con la revista para dar un apoyo especial al lanzamiento del primer número. "Aunque nos parece bien la disculpa de la directora. Todo el mundo comete errores", añade.
BAILE DE CIFRAS
Las versiones coinciden, los datos bailan. Según Artacho, y a falta de cifras exactas, los quiosqueros devolvieron casi el 60% de la tirada de ese primer número, que ha tenido una tirada de 600.000 ejemplares. Sin embargo, desde Grazia lo niegan rotundamente: "No ha habido devoluciones. Algunos puntos no la expusieron o no la quisieron vender, pero no ha habido devolución. Hay lugares donde se ha agotado, y ya nos la están pidiendo en sitios distintos, hemos abierto un nuevo nicho de mercado cada miércoles, es una revista con mucho contenido. Quitando excepciones, apenas ha habido constancia del incidente".
Este incidente no ha afectado a la publicidad, que "dependerá de las ventas futuras; por ahora no tenemos datos oficiales pero estamos contentos, va bien". Desde Granada, Remedios también explica que colocar un producto nuevo y barato "es un esfuerzo del vendedor. Nos llevamos el 20% del precio [de cada periódico o revista] en comisión, por lo que poner en el quiosco una revista que vale un euro es un esfuerzo".