'Yayoflautas' el 27O: forcejeo entre los jubilados indignados y los Mossos ante la Generalitat de Cataluña

'Yayoflautas' el 27O: forcejeo entre los jubilados indignados y los Mossos ante la Generalitat de Cataluña

Un grupo del colectivo de yayoflautas ha intentado acceder al Palau de la Generalitat este sábado pero se lo han impedido los Mossos d'Esquadra, lo que ha provocado un forcejeo y momentos de tensión por la caída de algunos manifestantes mayores.

Los yayoflautas han realizado hoy un acto sorpresa con motivo de su primer aniversario, que ha recibido el apoyo de miembros del colectivo de otras partes de España, como de Madrid. Los abuelos han retransmitido su manifestación en directo a través de la red social Twitter, en la que son muy activos.

'Ea ea ea, los iaios se cabrean', cantaron ante la sede del Gobierno catalán, donde querían entregar un manifiesto en el que se declaran en lucha por sus hijos y sus nietos. En el texto demandan la posibilidad de decidir y se proclaman "independientes de la oligarquía financiera y de las instituciones a su servicio".

Unos trescientos miembros de este colectivo se concentraron primero en la Avenida de la Catedral de Barcelona y, posteriormente, se dirigieron hasta la plaza Sant de Jaume, donde se encuentra el Palau de la Generalitat. La policía autonómica evitó el acceso de los yayoflautas, lo que provocó un forcejeo y la caída al suelo de varios protestantes aunque, según han informado a Efe los Mossos d'Esquadra, no se han registrado incidencias destacables ni ningún herido.

Los yayoflautas han dado su acción por terminada a las dos de la tarde. "Un resumen: estamos todas bien, aunque nos hayan agredido y retenido. ¡Gracias! ¡Podemos!", han manifestado por Twitter.

PRIMER ANIVERSARIO DEL MOVIMIENTO

Los jubilados que protestan contra los recortes en sanidad, educación y servicios sociales, entre otros servicios públicos, y que son conocidos como yayoflautas, son ya más de 1.100 personas comprometidas en la defensa de los derechos de sus hijos y nietos.

Así lo ha expresado Celestino Sánchez, también conocido por su alias de Celestino Colorado de la época de la clandestinidad, y que actualmente utiliza en las redes sociales, en una entrevista con EFE al cumplirse el primer aniversario de la creación del movimiento de los "yayoflautas" en Barcelona.

La imagen de los jubilados que protestan ocupando pacíficamente consulados, como el de Alemania, la Bolsa de Barcelona, una sede del Banco de Santander o un autobús urbano ha dado la vuelta al mundo y su ejemplo ya ha sido imitado en catorce ciudades españolas y también en dos alemanas, Colonia y Berlín.

"El movimiento de los yayoflautas ha venido para quedarse", asegura Celestino Sánchez, que relaciona el surgimiento de este tipo de protesta en parte por la grave situación de crisis económica y las repercusiones en recortes de servicios públicos y, también, con el hecho de que los jubilados son personas que han sido dejadas de lado cuando aún cuentan con salud y energía.

"El cabreo de la gente mayor, de que no se cuente con nosotros, está también en el origen de los yayoflautas", considera Sánchez, que recuerda la satisfacción de algunos de sus compañeros de protesta cuando empezó a llamarlos para que se unieran al movimiento y "dejaron de sentirse arrinconados".

DE 17 A 1.100 'YAYOFLAUTAS'

Los yayoflautas originales eran 17 jubilados, en su mayoría de Barcelona y otras poblaciones del área metropolitana, antiguos sindicalistas y políticos de la izquierda, vinculados con el Partido Comunista.

"Ahora ya no, actualmente somos tantos que la diversidad de ideas y sentimientos ya es plural", asegura Sánchez, quien afirma que, cuando se organizan acciones reivindicativas y se llama a los jubilados que están en el "censo" de los yayoflautas "siempre acaban apareciendo muchos más".

La filosofía de este movimiento de jubilados que protestan es sencillo, según Celestino Colorado, y es que la democracia debe cambiar para acercarse mucho más a los ciudadanos.

Sánchez denomina este cambio "democracia 4.0", en la que los votantes puedan dar su opinión respecto a muchos aspectos de gobierno gracias a las nuevas tecnologías y no sólo cada cuatro años a través de una

papeleta electoral.

"El actual sistema es muy difícil pero ya funciona con una fluidez importante. De lo que se trata ahora es de conseguir un modelo diferente, un proceso de reconstrucción de las formas democráticas", ha indicado.

El movimiento se estructura en asambleas, que deciden qué nuevas acciones de protesta se realizarán y que, hasta ahora, han consistido en okupaciones breves y pacíficas de entidades bancarias, un autobús y una agencia de calificación, entre otras.