Elecciones gallegas y vascas: También un examen para Rajoy
Las elecciones de este domingo en el País Vasco y en Galicia suponen algo más que la elección de sendos presidentes autonómicos. El jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, y el líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, disputan su batalla particular. Rajoy somete a examen los recortes que ha llevado a cabo en los últimos meses, mientras que Rubalcaba espera ver una señal que le indique que no todo le va tan mal como parecen mostrar las encuestas, según las cuales no está sabiendo aprovechar el desgaste del PP.
La batalla en Galicia es especialmente representativa. Los sondeos muestran una ventaja clara del Partido Popular, con Alberto Núñez Feijóo al frente, pero el PP no puede fiarse. Aquí no le valen pequeñas victorias, sino que necesita la mayoría absoluta para gobernar. Debe lograr al menos 38 escaños, y los sondeos le otorgan entre 37 y 39, por lo que Feijóo baila en el alambre. Si no lo consigue, el PSOE pactará previsiblemente con otras fuerzas como el BNG y Rajoy recibirá un nuevo castigo del electorado.
La situación, salvando las distancias, es similar a la de las elecciones de Andalucía en marzo. Las encuestas daban entonces la victoria al candidato popular, Javier Arenas, que finalmente no logró la mayoría absoluta tras el inicio de los recortes del Gobierno central. Pero Galicia es especial para Rajoy. En campaña se ha volcado con su tierra, a pesar de que Feijóo ha intentando guardar las distancias, esperando que el electorado no le relacionase directamente con los ajustes.
CÁBALAS VASCAS
Una victoria en Galicia fortalecería a ambos. A Rajoy, porque habría superado un examen delicado a su gestión en su propia Comunidad Autónoma y Feijóo se consolidaría como un hombre fuerte dentro del PP. Su futuro en caso de derrota es incierto. En caso de que el PP no lograse la mayoría absoluta, el éxito se lo llevaría Rubalcaba, que recuperaría una comunidad que su partido perdió en 2009. Sería un balón de oxígeno para el PSOE tras la dura derrota en las generales y la más que previsible caída en el País Vasco.
Pero las elecciones del País Vasco, las primeras sin la amenaza de ETA, son otra historia. Todas las encuestas señalan que el PNV vencerá pero sin mayoría absoluta, poniendo fin a la etapa del socialista Patxi López como lehendakari. La incógnita se abrirá luego para saber con quién pacta Urkullu. Si los sondeos no se equivocan, Bildu será la segunda fuerza más votada y según el estudio del CIS los vascos apoyan mayoritariamente una unión entre el PNV y Bildu, lo que podría inaugurar una nueva etapa en el País Vasco. Urkullu, de hecho, ya ha señalado que la senda a seguir es la que está llevando Mas en Cataluña con las peticiones sobernistas.
El PP está, sin embargo, dispuesto a todo para impedir que Bildu llegue al poder. Antes del inicio de la campaña electoral, de hecho, planteó que incluso podría apoyar al PNV para evitarlo. Y es que la sombra de la ilegalizada Batusana acompaña constantemente a Bildu que el año pasado intentó 'fichar' a excargos de ANV y de la propia Batasuna en Guipúzcoa, incluido Arnaldo Otegi. Las urnas hablarán este domingo.
