Rajoy, silbado e increpado a su llegada a Marivent para reunirse con el rey
Varias decenas de personas han increpado con silbidos al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a su llegada al Palacio de Marivent para mantener el tradicional despacho estival con el rey en la residencia veraniega de la Familia Real.
Los concentrados portaban una pancarta en la que se podía leer "Rajoy homófobo: Ninguna Ley debería decir a quién debemos a amar" y han coreado lemas como "Lo llaman democracia y no lo es" o "Rajoy dimisión". Algunos ondeaban banderas republicanas y otras con los colores del arco iris.
Este grupo reducido de manifestantes había sido convocado a través de las redes sociales y no ha podido cruzar a la acera de la entrada del Palacio, debido al amplio dispositivo policial desplegado.
Algunos de los organizadores han pedido que se lleven "pitos, cacerolas, 'vuvuzelas' y otros objetos ruidosos para hacer el máximo ruido posible" y para demostrar su "rechazo a las políticas, de desigualdad, a las mentiras, a las farsas ya la hipocresías de un actual Gobierno ilegítimo" y de "un Monarca colocado a dedo por un dictador fascista".
En la convocatoria, han mostrado su desacuerdo "con los niveles de vida a todo lujo" que pagan "todos los ciudadanos" mientras imponen "al pueblo severas medidas de recortes de derechos básicos y fundamentales". Su intención era conseguir "un acto simbólico a ojos de toda España, Europa y el mundo".
Rajoy ha llegado puntual --a las 12.30 horas-- al Palacio, acompañado del jefe de la Casa del rey, Rafael Spottorno. En contra de lo que suele ser habitual, Don Juan Carlos no ha descendido las escaleras de la casa sino que ha salido por una puerta lateral, donde ha estrechado la mano al presidente del Ejecutivo central y, posteriormente, han posado varios minutos frente a los medios mientras charlaban de manera distendida.
A continuación y a diferencia de lo sucedido en años anteriores en las visitas de otros presidentes a Marivent, el monarca y Rajoy no han entrado directamente en el Palacio sino que el rey le ha mostrado las vistas al mar que se divisan desde la residencia estival, al tiempo que continuaba conversando con él.