Carlos Ameller, el intérprete sin el que Rajoy (y otros presidentes) no son nada en las cumbres europeas
Sin Carlos Ameller, Mariano Rajoy no es nada. Casi literalmente. Se le puede ver en multitud de fotografías a lo largo de Bruselas. Se le ha visto envejecer cuchicheando a la oreja de presidentes de Gobierno. Siempre discreto, siempre al lado del líder. Ha sido intérprete de los tres últimos presidentes, todos ellos incapaces de hablar ni inglés ni francés mientras estuvieron el encargo, las dos lenguas más utilizadas en los cónclaves europeos.
Las cumbres europeas son momentos clave para los presidentes de Gobierno y su importancia va en aumento. A veces, es en reuniones informales, no previstas, en corrillos a altas horas de la noche o hasta en encuentros casuales en baños o pasillos donde se intercambian mensajes importantes. De tú a tú. O pretendidamente de tú a tú, como comprobaron Rajoy y Ameller en su primera cumbre juntos, el 30 de enero. Entonces, Rajoy reconoció ante el primer ministro finlandés que la reforma laboral aplaudida en Europa le iba a costar una huelga general.
Rajoy ha asegurado públicamente que estudia inglés (en campaña electoral llegó a concretar: tres horas a la semana), pero reconoce que sus hijos se desenvuelven mejor que él. En el pasado, también ha asegurado contar con nociones de francés, algo propio de la tradición educativa imperante en su generación. Nunca se le ha escuchado en otro idioma que no sea el español. Ni siquiera en gallego, pese a ser de Pontevedra.
Para eso está Ameller, de 53 años, que domina tanto el francés como el inglés. Al contrario que otros muchos intérpretes de Bruselas, funcionarios de la Comisión Europea, Ameller trabaja por su cuenta. En su web, poco actualizada, desgrana parte de su curriculum:
Entre sus aficiones están "componer canciones sobre amores imposibles" y "fabricar muebles donde esconderlas".
Contactado por El HuffPost, Ameller prefiere no hacer declaraciones. Como si él fuese un hombre de negro, Ameller es clave, pero especialmente en la sombra.