Ben Alí, condenado a cadena perpetua por las muertes de manifestantes en Túnez
El expresidente tunecino Zine el Abidine Ben Alí ha sido condenado en ausencia, debido a que está prófugo en Arabia Saudí, a cadena perpetua por la muerte de manifestantes durante la ola de manifestaciones que culminó con su renuncia del cargo el 14 de enero de 2011.
Por estos mismos cargos, la justicia tunecina ha condenado a doce años de prisión al entonces ministro del Interior, Rafik Belhaj Kacem. El jefe de la Guardia Presidencial con Ben Alí, Alí Seriati, ha quedado absuelto.
Quince miembros de las fuerzas de seguridad, algunos que se han fugado, han sido condenados a penas de entre 5 y 10 años de prisión por el mismo tribunal.
Las familias de las jóvenes víctimas serán indemnizadas con cantidades que oscilan entre 75.000 y 100.000 euros. Las manifestaciones llevaron a Ben Alí a dimitir, lo que condujo a levantamientos en otros países del norte África como Egipto y Libia, en la denominada Primavera Árabe.
Ben Alí acumula un total de 66 años de prisión por otras causas como tráfico de droga, desviación de fondos públicos y abuso de bienes públicos.
Sobre el ex presidente y su mujer, Leyla Trabelsi, pesa una orden de detención internacional emitida desde su fuga a Arabia Saudí, aunque este país no lo quiere entregar.
Mientras tanto, una ola de ataques protagonizada por miles de jóvenes extremistas religiosos mantiene en vilo a parte del país y a las autoridades, que ayer decretaron un toque de queda en ocho provincias en un intento de frenar la violencia.