Rajoy: "No asistimos a las vísperas del Apocalipsis"
El Gobierno está seguro en su rumbo y no dejará que las "turbulencias", la "tormenta" o incluso el "precipicio" le cambien los planes. Así lo aseguró en la mañana de este sábado el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en una intervención en el Cercle d'Economia, en Sitges (Barcelona). Allí consideró "inviable" la quiebra de la economía española y advirtió de que "no asistimos a las vísperas del Apocalipsis". Rajoy pidió "no alimentar los temores y permitirles crecer más allá de la realidad". "No estamos al borde de ningún precicipio, esa no es la realidad". Según él, "España saldrá de la tormenta con esfuerzos propios y con el apoyo de nuestros socios" europeos.
Rajoy eludió avanzar ninguna nueva medida para tratar de persuadir a los inversores que durante toda la semana han castigado con dureza a las principales empresas del país y la seguridad de la deuda pública. La prima de riesgo de la deuda subió hasta máximos históricos, rozando los 550 puntos básicos y metiendo a España en zona del rescate. La bolsa perdió los 6.000 puntos, una barrera psicológica que deja a los principales valores del IBEX 35 tocados.
"Hay turbulencias, pero lo que importa es que podemos soportarlas", aseguró Rajoy, desplegando su "programa reformista" que incluye el saneamiento del sector de las cajas de ahorro, el adelgazamiento de las administraciones públicas, la eliminación de trámites burocrático para empresas y autónomos y la reducción del déficit público.
Aunque se esperaba una referencia a la situación de Bankia, protagonista del mayor rescate financiero de la historia de España, Rajoy ni siquiera mencionó a la entidad hasta que el moderador del debate, el ex ministro Josep Piqué, le preguntó. Rajoy recordó que otros países, como Holanda, Reino Unido o EEUU, que inyectaron grandes sumas de dinero en su sistema bancario.
El Gobierno decidió nacionalizar Bankia "para no poner en peligro al sistema financiero" y al país, recordó Rajoy y para "sanearla y venderla a continuación" con el consiguiente beneficio para las arcas públicas, según el presidente.
Según el jefe del Ejecutivo, lo que España necesita ahora es "tiempo" para aplicar su programa y demostrar que es posible salir de la crisis. "Lo que está en juego" no es sólo el futuro de España, según Rajoy, sino "la continuidad de la unidad monetaria europea".