Los libros de autores en español que leerá el resto del mundo en 2017
Chirbes, Bolaño, Montero, Grandes, Cercas, Barrera, Aramburu, Pardo, Sanz, Millás, Sacheri o Lavari son algunos de los nombres de autores españoles y latinoamericanos que el resto del mundo leerá en la próxima temporada. Sus derechos de autor, junto a medio centenar de otros escritores con sus últimos libros, son vendidos a agentes literarios de diferentes países e idiomas durante estos cinco días que dura la 68ª Feria del Libro de Fráncfort.
Chirbes, Bolaño, Montero, Grandes, Cercas, Barrera, Aramburu, Pardo, Sanz, Millás, Sacheri o Lavari son algunos de los nombres de autores españoles y latinoamericanos que el resto del mundo leerá en la próxima temporada. Sus derechos de autor, junto a medio centenar de otros escritores con sus últimos libros, son vendidos a agentes literarios de diferentes países e idiomas durante estos cinco días que dura la 68ª Feria del Libro de Fráncfort. Según la agencia The Spanish Bookstage, hay por lo menos 34 títulos manejados por los agentes literarios en España, a lo que hay que sumar las negociaciones procedentes de Latinoamérica.
Foto: EFE
Entre los escritores y libros hispanohablantes que serán leídos en otros idiomas, tras la venta de sus derechos a otras lenguas, figuran las novedades de los ya conocidos Fernando Aramburu con Patria, Rosa Montero con La carne, Juan José Millás con Desde la sombra, Rafael Chirbes con su novela póstuma París-Austerlitz, e incluso el último en incorporarse: Javier Cercas, cuya editorial ha anunciado que en febrero publicará El monarca de las sombras, donde vuelve a la Guerra Civil española.
Una de las novedades más esperadas en Fráncfort era la de Roberto Bolaño, por su novela póstuma El espíritu de la ciencia ficción. Manejado por el superagente mundial Andrew Wylie, el stand de este no deja dudas sobre su apuesta de seguir divulgando la obra de Bolaño en el mundo.
En el otro lado de estos escritores muy conocidos se encuentran quienes han sorprendido en el último año, entre ellos la española Nuria Labari, con Cosas que brillan cuando están rotas, o la joven chilena Paulina Flores y su Qué vergüenza. Vuelve a Fráncfort Sara Mesa, esta vez con Mala letra (el año pasado vendió a varios idiomas su novela Cicatriz).
Los títulos que llegan avalados por premios llegan con ventaja. Ahí están La noche de la Usina, del argentino Eduardo Sacheri, ganador del Alfaguara; Patria o Muerte, del venezolano Alberto Barrera, premio Tusquets de Novela; Farándula, de la española Marta Sanz, galardonada con el Herralde de Novela. En no ficción está Estudios del malestar, de José Luis Pardo, Anagrama de Ensayo; Contra el tiempo. Filosofía práctica del instante, del mexicano Luciano Concheiro.
Otros autores en la carrera internacional son Rodrigo Rey Rosa, con Fábula asiática, Montero Glez, con El carmín y la sangre, Toni Hill, con Los ángeles de hielo, Marcela Serrano, con La novena, Gonzalo Torné, con Los años felices, Kirmen Uribe, con La hora de despertaros juntos, Julio Herbert, con La casa del dolor ajeno y Eloy Urroz, con Demencia. Entre los autores menos conocidos pero cuyos libros se van a editar en otros idiomas son el argentino Alejandro Parisi, con La niña, y su doble, la española Gabriela Ybarra con El comensal, o el colombiano Pablo Montoya, con Tríptico de la infamia.
La poesía, que tiene poco eco, esta vez juega una buena carta con Clara Janés y su antología Las primeras poetisas, en lengua castellana, que publicará la próxima semana Siruela.
Gran parte de la venta y compra de esos derechos de autor lo llevan los agentes literarios. Un actor cada vez más relevante en la industria editorial que tiene en Fráncfort su momento de poderío. No solo porque en esta feria se cierran la mayoría de negociaciones, sino porque los agentes literarios ocupan una planta entera de la feria alemana. Suman más de 600, procedentes de medio centenar de países de todo el mundo. Están sentados en unas mesas organizadas en cuadrículas que crean largos pasillos donde cada 30 o 15 minutos llega otro agente o editor a negociar derechos de publicación por los libros que ofrecen. Es una inmensa colmena donde se decide buena parte de lo que se leerá en los próximos meses.
Buena parte de los casi 150.000 millones de euros que factura de promedio la industria del libro en el planeta se decide en Fráncfort. Una cifra que, a pesar de la crisis económica y de la industria editorial, confirma al libro como la primera industria cultural del mundo, por delante del cine, los videojuegos y la música. Solo en Europa cada año se registran unos 550.000 títulos nuevos. El mercado del libro electrónico representa el 5%.
Nadie clave del sector editorial hispanohablante ha querido faltar a esta cita. Mientras unos lo hacen con stand propio, otros se han agrupado, teniendo en cuenta el alto precio del metro cuadrado que ronda los 250 euros, sin decoración, ni muebles, ni gastos adicionales.
Más de 10.000 expositores de cien países se dan cita estos días. Y más de 300.000 visitantes (casi el 50% profesionales) pasarán por este evento en el que se han acreditado unos 10.000 periodistas de todo el mundo, dos mil de ellos blogueros.
Estos cinco días escenifican la manera en que Internet aceleró la jubilación de un modelo de negocio centenario. Ya no se cierran tantos contratos como antaño, porque se han hecho antes, pero la feria sirve para ultimar detalles, tratar de negociar las novedades más absolutas, y, sobre todo, Fráncfort sirve para que una de las principales industrias culturales del mundo celebre su fiesta. Donde editores, libreros, distribuidores y agentes literarios socializan, estrechan sus manos después de doce meses de emails, skypes, vídeoconferencias y teléfonos.
En esta edición, donde Holanda y Flandes son los invitados de honor, uno de los temas centrales tiene que ver con las tendencias de modelos de negocios. Fusiones, alianzas y/o exploraciones que abarcan desde cuestiones técnicas hasta nuevos mecanismos de promoción y difusión. Un asomo a la transformación que vive lo analógico y lo digital. De hecho, el libro electrónico tiene desde hace algunas ediciones un espacio importante en la Feria.
Si solo se puede ir a una feria del libro, esa es la de Fráncfort, que empezó este miércoles y terminará el domingo.
Especial Fráncfort: ¿Sobrevivirán las ferias del libro en un mundo analógico y digital?
Mañana: ÁLBUM Una semana con Richard Ford, en Oviedo, el flamante Premio Príncipe de Asturias de las Letras que recibirá este viernes el galardón.