Una trabajadora de un crematorio habla así del proceso de incineración de un cuerpo
Da detalles desconocidos por la mayoría.
Paloma, una trabajadora de un horno crematorio, ha estado en el podcast de 17 grados para hablar sobre su curioso oficio, contar algunos detalles desconocidos por la gran mayoría de la sociedad y dar detalles sobre su día a día como tanatopractora.
Tras hacer las 17 preguntas típicas de cada programa, han comenzado a adentrarse en este mundo. Como no podía ser de otra manera, una de las cuestiones por las que ha sido preguntada ha sido por el proceso de incineración.
La trabajadora ha contado que con el cuerpo de fallecido se meten en el horno a una altísima temperatura, se deja ahí y empieza a arder. El proceso, por lo general, se alarga más de dos horas y puede llegar hasta las cuatro.
"Las temperaturas son bastante fuertes. No se puede abrir el horno al no ser que llegue a 800 grados. Una vez que está ahí tarda unas dos horas, aunque puede superar las tres y hasta las cuatro. Por eso, cada hora hay que mirar cómo va", ha descrito.
Además, Paloma ha concretado que van saliendo cenizas porque es cabrón, pero que hay partes del cuerpo como los huesos que no se han terminado de quemar y se ven ahí.
"Tenemos un palo de metal como un rastrillo bastante grande y ves que el craneo está bastante entero y lo remueves para que se queme todo junto. Es bastante curioso porque se piensa que sale entero y se aspira y no, tenemos que estar rastrillando", ha indicado.
Finalmente, también ha señalado que hasta salen trozos de hueso que se mandan a una cubeta en la que se trituran.