Un camarero cuenta la petición que le hizo un cliente con unas tostadas: "He cumplido su fantasía"
Ese trabajo no está pagado.
Los trabajadores de la hostelería deben aguantar de todo en muchas ocasiones: clientes maleducados, que se van sin pagar o que exigen cosas que, como mínimo, son surrealistas.
El usuario de TikTok @soyfelber, que es camarero, ha provocado la estupefacción generalizada al contar la petición que le hizo un cliente que acudió a desayunar a las 13.00 al local en el que él trabaja.
"Llega una pareja a desayunar a las 13.00. No juzgaré yo a qué hora desayuna la gente, pero a las 13.00 entran a desayunar. La chica: me pones un café con leche y un croissant. Y el chico me pide un café con leche y una tostada con mantequilla y mermelada", empieza contando.
"Termino de apuntar, me doy la vuelta y voy hacia la cocina y el chico me grita: oye, perdona, pero ¿en la tostada me untas tú la mantequilla y la mermelada? Me lo dice riéndose y yo le digo: sí, claro. Riéndome, en plan broma. Pienso que está vacilándome", relata.
Pero la realidad siempre supera la imaginación: "Vuelvo a la mesa con la tostada, en un plato, monodosis de mantequilla y monodosis de mermelada. Y me dice: oye, pero no me la has traído untada. Digo: ah, que quieres que te la unte. Dice: sí, si me has contestado y todo".
"Yo por dentro juro en hebreo, insulto, pero de cara para fuera escupo cosas bonitas y digo: ah, pues no te preocupes que me doy la vuelta y te la unto, que se me ha olvidado, lo siento mucho. Y he vuelto a la cocina para untarla. El demonio me decía: ni de coña lo hagas porque vas a quedar como un imbécil. Y el ángel me decía: los clientes siempre tienen la razón", recuerda.
"Pero he hecho caso al ángel, he cumplido su fantasía y se la he devuelto ya untada. El próximo día igual me pide que me haga el avioncito o troceadito", ironiza.
En los comentarios, algunos usuarios aseguran que es bastante habitual que los camareros unten las tostadas: "Pues yo he ido a varios bares que si pides las tostadas ya te las traen untadas, sin que lo pidas🤷🏼♀️". Y otro: "En mi pueblo, todos los bares que ponen desayunos, que no son pocos, sacan las tostadas ya listas para comer".
Otras personas han contado escenas que también tienen tela. Por ejemplo, uno dice: "En una pescadería una clienta pidió langostinos cocidos y pidió a la chica que atendía que si se los pelaba, yo al lado escuché todo y flipaba".