El momento más simbólico de la coronación que no se pudo ver por televisión
La privacidad e intimidad del momento no permite que nadie pueda visualizar el instante más importante de la coronación
La ceremonia de coronación del rey y la reina de Inglaterra, Carlos III y Camilla Parker , en la mañana del sábado, ha dejado todo tipo de escenas -desde las más habituales en este tipo de actos hasta las más variopintas e inexplicables-, pero una de ellas y quizá, la más importante del día por lo que simboliza, no ha podido ser captada por las cámaras de televisión.
Una vez coronados como reyes, tanto Carlos como Camilla tenían que cumplir con el acto más simbólico y personal a cargo del arzobispo de Canterbury, asistido por el deán de Westminster y el arzobispo de York, cuando Carlos fue ungido con aceite en sus manos, pecho y frente.
La intimidad tan profunda que representa este momento impide que pueda ser observado por el resto de presentes -ni hablar de medios y el resto del mundo-, al considerarse el acto más sagrado y puro de la ceremonia, simboliza el momento en el que Cristo juzga a los mortales, incluidos los reyes.
Para ese instante, el rey, y posteriormente, la reina, fue velado y ocultado con un panel de tela bordada con motivos de ángeles y 56 hojas, representando a cada una de las colonias que conforman la Commonwealth, en la Capilla Real del Palacio de St.James.
Entre otras muchas curiosidades, cabe destacar que fue el propio Carlos III quien eligió la decoración del biombo así como el árbol del que quería que se extrajera la madera para el biombo.