La moda del vaso de aceite de oliva en el congelador antes de dormir: esto dicen los expertos
No hay consenso.
En los últimos días diferentes medios de comunicación se han hecho eco de un método que supuestamente permite ahorrar a la hora de comprar y consumir aceite de oliva: congelarlo en pequeñas dosis.
Por ejemplo, El Periódico de Aragón llama a este sistema "meter un vaso de aceite dentro del congelador antes de dormir" y dice que es útil porque "ofrece la oportunidad de comprar el aceite en cantidades mayores cuando se encuentre a precios más asequibles, permitiendo sortear las fluctuaciones de los precios en el mercado".
Pero, ¿qué dicen los expertos? ¿Realmente es útil este sistema que, en teoría, cada vez siguen más personas? Lo cierto es que hay dudas. Por ejemplo, Hacienda Guzmán subraya que el aceite de oliva no caduca, con lo cual el sistema de congelación empieza a no tener demasiado sentido, aunque es cierto que con el paso del tiempo va perdiendo propiedades.
Además, señala que la congelación "sí afecta ligeramente a la calidad en términos de propiedades organolépticas" y apunta que, "aunque es recomendable que el AOVE esté refrigerado y almacenado correctamente, debes evitar que llegue a congelarse".
Mientras, Aceites Florencio Aguilera afirma que al congelarlo "no se alteran ni los nutrientes ni el sabor", pero subraya que "lo que es recomendable para no interferir en el sabor ni calidad del aceite es no tratar de descongelarlo bruscamente, ni someter el aceite a un golpe de alta temperatura cuando está frío o congelado".
"Por lo que empezar a cocinar con el aceite de oliva congelado no es la mejor idea. No obstante, no hay ningún problema en usar aceite de oliva congelado para aliñar una ensalada o usarlo en crudo sobre una tostada fría", explica.
Olibaza, en cambio, asegura que "la mejor opción de conservación es congelar el aceite": "Sí, comprando en grandes cantidades puedes introducirlo en el congelador e ir descongelándolo a medida que necesites utilizarlo".
"El aceite de oliva contiene diferentes ácidos grasos como el palmítico, esteárico, oleico y linoleico, con diferentes puntos de congelación. Por ello, cuando un aceite de oliva comienza a congelarse, empieza creando pequeñas perlas hasta que alcanza definitivamente la temperatura de -20 ºC, a la que todos los ácidos grasos son sólidos", explica.
Desde Oliva360 señalan que la mejor opción para congelar el aceite es hacerlo en "una cubitera flexible que nos va a permitir sacar los cubitos uno a uno".